Bugge Wesseltoft: ‘Bugge & Friends nº3’

Cuando a finales de los años noventa del siglo pasado apareció Bugge Wesseltoft y su discográfica Jazzland muchos aficionados al jazz sentimos algo así como que una nueva y venturosa época se abría en el jazz, y que se dio en llamar ‘Nu Jazz’: una música que disolvía fronteras, abierta a los nuevos sonidos, sobre todo a los provenientes de los clubs de baile, y que ponía nerviosos a los dinosaurios del jazz que se creían -y se creen- los guardias de las esencias jazzeras.

Desde entonces ha llovido mucho y hemos sufrido varias inundaciones que nos han dejado hecho un cromo arrugado el lugar, y Bugge no ha ido inmune a esos daños. Tras unos trabajos que prometían más que mucho; caso de ‘New Conception of Jazz’ (1997) o ‘Moving’ (2001), lo cierto es que el teclista noruego empezó una cuesta abajo que, salvo momentos puntuales, no hay parado, editando discos que mejor hubiese sido que se hubiesen quedado en el cajón de los proyectos nunca realizados (y no voy a mirar a ‘OK World’).

Desde hace unos años Bugge Wesseltoft está inmerso en un proyecto que lleva por nombre Bugge&Friends, que ha deparado resultados muy desiguales; así por ejemplo su actuación en el 49 Jazzaldia fue, en el mejor de los casos, penosa. Con este proyecto edita ahora ‘Bugge&Friends nº3’, que, digamos, es la parte buena del proyecto.

Este disco tiene momentos de gran intensidad, de ese minimalismo electrónico que va creciendo e invadiendo al oyente (‘Play it’, ‘Breed it’, ‘Saisir’), pero también tiene propuestas cercanos a un pseudo jazz free que pueden aburrir hasta a los más aguerridos ‘freejazzeros’ (‘Make it’).

Salvo por ese par de tropiezos que contiene este disco ‘Bugge&Friends nº3’ es un disco que merece la pena porque trae de nuevo al mejor Bugge y al que más nos gusta.

Jaun Ez