Músicos: Russell Malone (guitarra), Rick Germanson (piano), Luke Sellick (contrabajo), Willie Jones III (batería) Discográfica: HighNote Records Distribuidora: Karonte Año: 2017 Estilo: Hard bop, jazz moderno |
La primera vez que supe de la existencia del guitarrista Russell Malone fue hace tantos años que prefiero no acordarme del tiempo que ha pasado; pero si recuerdo que era el acompañante de una cantante primeriza llamada Diana Krall y que en la actuación que dieron en el Salón de Plenos del ayuntamiento donostiarra el joven guitarrista se comió con patatas a la que se suponía que era la protagonista de la velada.
A Russell Malone le ha pasado lo que a tantos otros (de hecho, a la mayoría); que prometían más de lo que han acabado dando. A lo largo de su carrera Malone ha ocupado un puesto, digamos, subalterno, como de segunda fila, de buen músico de apoyo pero nada más (ni nada menos, pues no todo el mundo puede formar parte del trío de Ron Carter).
Su nuevo trabajo lleva por título ‘Time for the dancers’, y es un perfecto ejemplo del tipo de jazz que ha practicado Malone a lo largo de su carrera; un correcto y sólido hard bop, en el que las influencias de Wes Montgomery son algo más que evidentes.
Malone no es un músico rompedor, o innovador, o revolucionario. No, y además, ¿por qué tendría que serlo?. Lo suyo es una propuesta que ahonda y persevera un legado, una forma canónica de hacer jazz. Pero esto no significa que este guitarrista no viva en el siglo XXI y desconozca los sonidos que dominan el escenario musical, tal y como se puede apreciar en el tema ‘Leave it to Lonnie’, dedicado a su amigo Lonnie Plaxico.
‘Time for the dancers’ contiene nueve canciones, donde se mezclan temas propios (cuatro), con estándares del jazz (cinco). De los temas firmados por Malone tres están dedicados a homenajear a colegas suyos o personas que han tenido algún tipo de influencia en su vida. A parte de la ya mencionada distinción al bajista Lonnie Plaxico, también le dedica un recuerdo al mítico saxo alto Hank Crawford en ‘The ballad of Hank Crawford’, y en ‘Flowers for Emmett Till’ recuerda a un joven adolescente negro que fue brutalmente asesinado en Mississippi in 1955 por haber mirado a una mujer blanca. Este tema se podría haber titulado con el nombre de cualquiera de los hombres negros asesinados por la policía en Estados Unidos en los últimos años.
Y sí, ‘Time for the dancers’ es un disco diverso, entretenido y muy agradable de escuchar, donde, aparte del líder, hay que destacar el trabajo del pianista Rick Germanson, un hombre que ha colaborado con Malone en sus tres últimos discos.
No nos vamos a olvidar del señor Russell Malone en el futuro.