| Músicos: Dieter Ilg (contrabajo), Rainer Böhm (piano), Patrice Héral (batería) Discográfica: ACT Music Distribuidora: Karonte Año: 2017 Estilo: Jazz moderno |
Cuando se habla y se escribe sobre las músicas que alimentan al jazz se mencionan al blues, el góspel, el pop, el rock y las músicas tradicionales; pero suele olvidarse con bastante frecuencia la importancia que la música clásica ha tenido, y tiene, en el desarrollo del jazz.
A lo largo de la historia de esta música no han sido pocos los músicos de jazz que han querido demostrar su valía tocando composiciones de Bach, Mozart, Wagner o Beethoven entre otros y para todos es conocido que el Adagio del ‘Concierto de Aranjuez’ de Joaquín Rodrigo es ya todo un estándar de jazz.
La figura de Johann Sebastian Bach, uno de los mayores genios de la música de todos los tiempos, no podía quedar al margen de esta querencia de los músicos de jazz. El pianista francés Jacques Loussier edificó buena parte de su carrera versioneando al gran J.S. Bach.
Ahora, en su nuevo trabajo, el contrabajista alemán Dieter Ilg entra de lleno de la obra más intimista de J.S. Bach, con un disco que lleva por título B-A-C-H.
Ilg, uno de los contrabajistas más destacados de Europa Central, que ha trabajado con artistas como Randy Brecker, Charlie Mariano y Nguyên Lê, y que es fijo en las formaciones de Till Brönner, es un hombre que, en sus trabajos con su trío, se dedica a recrear en clave jazzística compositores clásicos, como Wagner (‘Parsifal’), Beethoven (‘Mein Beethoven’) y Verdi (‘Otello Live At Schloss Elmau’). Y ahora le ha tocado el turno a Johann Sebastian Bach.
Con su trío habitual, con el que ha grabado todos sus discos anteriores y que por lo tanto se conocen de sobra y saben que tienen que hacer en cada momento, Dieter Ilg presenta un disco laboriosamente introspectivo, casi minimalista, en donde se busca lo esencial de la música del compositor de ‘Las Variaciones Goldberg’ o la ‘Misa en si menor, BWV 232’.
Por este carácter reflexivo, meditabundo, ensimismado, ‘B-A-C-H’ no es, acaso, un disco para todos los públicos del jazz, pero es una magnífica opción para quienes busquen en la música un rato de sosiego, tranquilidad y recogimiento.
Jaun Ez
