De Javier Marías (Madrid, 1951) y sus libros se ha escrito, se escribe y se escribirá tanto, para bien y para mal, que da apuro, cuando no vergüenza, escribir sobre él.
Porque, ¿qué voy a decir pobre de mí, que soy un reseñador de tercera división de barrio, de un novelista que, para muchos, está considerado como ‘el novelista’ español de finales del siglo XX y principios de este siglo XXI?.
Sí confesaré una cosa que a nadie le importa: después de leer ‘Corazón tan blanco’ (1992), y que recibió el Premio de la Crítica de narrativa y poesía en lengua castellana para obras publicadas en 1992, me prometí no volver a leer nada de un autor que tanto me había aburrido.
Así que estamos para fiarnos de lo que pueda escribir!! – y todo ello sin contar que no sé poner una coma en su sitio, un paréntesis, un guión, o distinguir entre ‘si no’ y ‘sino’ .
Pero bueno, los años pasan y quien esto firma no puede sustraerse a la moda, los Grandes Nombres, la industria editorial y las novedades que a docenas se publican cada mes (aunque sólo dos o tres libros merezcan la pena y los demás sólo estén condenados a convertirse a pasta de papel).
Así que cuando Javier Marías lanzó (bueno, la editorial Alfaguara, porque el tiene su propia editorial Reino de Redonda) ‘Tomás Nevinson’ su última novela, me dije a mi mismo que le iba a dar una nueva oportunidad a este miembro de la Real Academia, agudo y mordaz columnista (sus columnas dominicales en un periódico que fue muy importante en España y que no merece la pena ya ni nombrarlo) que merece la pena, y mucho, ser leído.
Ahora, con el paso de los años, he entendido porque Javier Marías tiene el prestigio que tiene: es un novelista-filósofo, y a la inteligencia literaria le gustan mucho este tipo de autores, en la onda de Thomas Bernhard y compañía.
‘Tomás Nevinson’ se deja leer muy bien en su conjunto, aunque, particularmente el cortaría 200 o 300 páginas, de las 680 que tiene. Pero me figuro que reflexionar sobre la vida y la muerte, la verdad y la mentira, es lo que tiene, que se necesitan muchas páginas para matizar lo que se quiere decir.
Sí, porque a pesar de los altibajos de la novela, ‘Tomas Nevinson’ merece la pena ser leída.
Y un último apunte; ‘Tomas Nevinson’ tiene el mejor inicio de novela que yo he leído en muchos años a un autor contemporáneo y que en su pocas líneas concentra toda una filosofía de las relaciones entre hombres y mujeres.
Dice así: «Yo fui educado a la antigua, y nunca creí que me fue¬ran a ordenar un día que matara a una mujer. A las muje¬res no se las toca, no se les pega, no se les hace daño físico y el verbal se les evita al máximo, a esto último ellas no corresponden. Es más, se las protege y respeta y se les cede el paso, se las escuda y ayuda si llevan un niño en su vientre o en brazos o en un cochecito, les ofrece uno su asiento en el autobús y en el metro, incluso se las resguar¬da al andar por la calle alejándolas del tráfico o de lo que se arrojaba desde los balcones en otros tiempos, y si un barco zozobra y amenaza con irse a pique, los botes son para ellas y para sus vástagos pequeños (que les pertene¬cen más que a los hombres), al menos las primeras plazas».
Vale.
I. Letrado
Editorial: Alfaguara Páginas: 680 Año: 2021 |