Que el contrabajista Charles Mingus es una de las figuras mayores del panteón del jazz no cabe mucha duda, y que ha sido el contrabajista más influyente del género al que dedicó su vida, tampoco.
A lo largo de su amplia carrera a Mingus le dio tiempo a pasar por (casi) todo en el jazz. Así, en sus comienzos tocó en bandas como las de de Louis Armstrong y Kid Ory, siguió los pasos de la revolución bop en los años cincuenta y llevó su música hacia las fronteras del free jazz en los años sesenta y setenta.
Fruto de esa variedad su discografía también lo es y en esa vasta obra merece la pena quedarse con seis discos; ‘Pithecanthropus Erectus’ (1956), ‘Tijuana Moods’ (1957), ‘Mingus Ah Um’ (1959), ‘Blues and Roots’ (1960); ‘Jazz At Massey Hall’ (1953), la mítica actuación en directo en el que estaban Charlie Parker, Dizzy Gillespie, Bud Powell y Max Roach; y ‘Money Jungle’ (1962) junto a Duke Ellington y Max Roach.
Pero aquí estamos para comentar la vuelta a las librerías de las “memorias” de Charles Mingus que llevan por título ‘Menos que un perro: El mundo que compuse’.
Esta nueva edición, actualizada y revisada, se presenta con motivo del centenario de Charles Mingus y tiene como extras tres nuevos textos inéditos y un prólogo de Richard Williams.
Los tres añadidos que no se encuentran en la primera edición en castellano de la editorial Mondadori (2003) son ‘Carta abierta a Miles Davis’ (1955), el artículo ‘¿Qué es un compositor de jazz?’ escrito para acompañar su álbum ‘Let my children hearmusic’ (1971) y las dos entregas de las audiciones a ciegas, Blindfold Test, de 1960 para la revista Down beat, realizadas a propuesta del crítico Leonard Feather.
Aviso muy importante, fundamental, de hecho: en este ‘Menos que un perro: El mundo que compuse’ Charles Mingus no escribe sobre su música, que parece que es lo que menos le importa, y sí sobre su vida; su infancia, sus padres, sus relaciones con, digamos, el mundo oscuro, aunque hay que indicar que buena parte de lo que narra es pura invención.
A pesar de esa inventiva, que acabó por reconocer hasta su viuda, Sue Mingus, estas memorias son, a la vez, divertidas y conmovedoras, donde Mingus combina lirismo y una potente crudeza, que está plagado de fantasías, poco veraz y algo tragicómico, pero por todo ello, por ese cúmulo de contradicciones vitales, lo que lo convierte en un libro sustancial para entender buena parte de la dimensión de la persona antes que la del músico (si es ambas son intercambiables).
El original de las memorias tenía 1.500 páginas y los editores tuvieron que trabajar duro para reducirlas a poco más de trescientas.
Charles Mingus quería que su autobiografía se titulase ‘Memoirs of a Half Yellow Schitt Covered Nigger’ (literalmente, ‘Memorias de un negro cubierto de mierda medio amarilla)’, que acabó siendo sustituido, por sugerencia de los editores, por ‘Beneath the Underdog: His World as Composed by Mingus’
No me resisto a incluir un párrafo que escribió el contrabajista y que adelanta lo que hoy se conoce como Teoría Crítica de la Raza (TCR):
«Soy Charles Mingus Hombre medio negro, medio amarillo, ni siquiera amarillo, ni lo suficientemente blanco como para dejar de pasar por negro ni lo bastante claro para que me llamen blanco. Yo me declaro negro. Soy Charles Mingus, para mí, no tengo color. Soy Charles Mingus, un músico de jazz famoso pero no lo suficientemente famoso como para ganarme la vida en Estados Unidos, mi hogar. Ni siquiera puedo mantener a mi familia honestamente, de la fama que gano por ser un músico negro. Soy un ser humano nacido en territorio indio, conquistado por pieles blancas, o pieles invisibles, pieles transparentes, gentes que mataron y robaron para heredar la tierra para ellos y sus hijos. Charles Mingus es un músico, un músico mestizo que toca con belleza, que toca con fealdad, que toca con amor, que toca masculinamente, que toca femeninamente, que toca música, que toca todos los sonidos, fuertes, suaves, sonidos inauditos, sonidos, sonidos, sonidos…».
Editorial: Libros del Kultrum Páginas: 383 Año: 2022 Traducción: Francisco Toledo Isaac |