Lo mejor del jazz de la pianista Lisa Hilton es que no demanda nada especialmente exigente por parte del oyente. Y eso es lo mejor que tiene.
Es un jazz sencillo, amable, de ese que llega directamente a los sentidos.
No se requiere estudios, ni conocer ya sea somera o profundamente los andamiajes más sesudos de la música en general y del jazz en particular.
La música que toca Hilton y su grupo viene a ser, algo así como, todo está bien. Hay algo, x, a lo que se le puede llamar jazz sin temor a equivocarse.
Esta rubia californiana tiene tras de sí un amplio curriculum, en el que se incluyen 26 discos a su nombre, el haber colaborado con músicos tan prominentes como Christian McBride, Larry Grenadier, Antonio Sanchez, Nasheet Waits, Billy Hart, Lewis Nash, Sean Jones, Terrell Stafford, J. D. Allen y Steve Wilson, entre otros, tener su propia discográfica, donde, obviamente, edita sus discos (en el 2022 ha editado dos a su nombre), y dedicar buena parte de su tiempo a la enseñanza de la música a niños ciegos.
Un curriculum al alcance de muy pocos músicos de jazz.
Esto va para los pedantes: ‘Paradise cove’ es lo contrario de la cueva de Platón. Esto es, si para el filósofo griego la cueva, la caverna, era el lugar donde los humanos viven engañados, para Lisa Hilton, la cueva es el lugar donde uno puede resguardarse del mundo, estar tranquilo y sentirse seguro.
Ahora entiendes el título del disco.
De las once canciones que compone ‘Paradise cove’ nueve son canciones de la pianista, con ese marcado gusto que tiene por lo latino, y las otras dos son sendas versiones de clásicos como ‘Birk’s Works’ de Dizzy Gillespìe y ‘What the World Needs Now is Love’ de Burt Bacharach y Hal David.
En este nuevo disco se han producido cambios importantes en la banda que acompaña a la pianista.
Ha pasado de tío a cuarteto, con la incorporación del trompetista Igmar Thomas (antiguo compañero de habitación de Hilton en la Berklee College of Music), y su antiguo baterista Rudy Royston ha sido sustituido por Obed Calvaire. Quien sigue con ella desde hace muchos años es el contrabajista Luques Curtis
A todo ello hay que añadir que el cuarteto ha pasado a llamarse L.I.L.O Quartet, nombre formado por las iniciales de su nombre de pila de cada uno de sus miembros.
‘Paradise cove’ es un disco para disfrutar sin complejos.
Vale.
Músicos: Lisa Hilton (piano); Igmar Thomas (trompeta); Luques Curtis (contrabajo); Obed Calvaire (batería) Año: 2022 Estilo: Jazz moderno |