‘My Pussy Belongs To Daddy’, un disco editado originalmente en 1957, es una de esas rarezas discográficas que acaba de ver la luz en una nueva re-edición remasterizada.
Como se puede ver por la portada original, que es la que aquí presentamos, este es un disco que, hoy en día, sería imposible, a todas luces, editarlo porque sería acusado, por la parte baja de la condena, de sexista, inmoral y machista, mientras que por la parte alta la acusación sería de heteropatriarcal, heteronormativo, misógino, fascista, violento y cis.
Tan es así que la actual portado tiene un cartel que le tapa los pechos a la mujer (¿o es al ser gestante?) que reza: ‘Only for adults’. (Algunos dicen por ahí que antes había más libertad, pero seguro que quien lo dice son microagresores machistas).
En todo caso: ‘My Pussy Belongs To Daddy’ es un claro ejemplo de disco digno de ser cancelado (o sea, censurado y prohibido).
Y a pesar de esas amenazas, a la discográfica Ebalunga!!!, una disquera independiente especializada en rescatar rarezas discográficas (por ejemplo, canciones de amor de turcas o música mongola de los años setenta), no se le ha ocurrido otra cosa que rescatar este disco del olvido.
Aunque hoy, al igual que sucedió hace 66 años, cuando se editó por primera vez, puede causar escándalo en las bellas armas, lo cierto es que ‘My pussy belongs to daddy’, interpretada por la cantante Fay Richmond, es historia ya no sólo de la música sino también social.
Se editó en el momento en el que emergía el rock and roll y el soul y su portada contribuyó a la liberación de las costumbres en Estados Unidos. Por otro lado, las diez canciones del disco tienen todas ellas doble sentido y nadie las podrá catalogar de obscenas (para entendernos, son temas como el del conejo de la Lore), y además sus melodías están a medio camino entre el jazz, el musical americano y la canción popular de los años cincuenta del siglo pasado.
De este disco han escrito que: «‘My Pussy Belongs To Daddy’ se convirtió en una especie de manifiesto del movimiento de liberación sexual que sacudió a Estados Unidos a mediados del siglo XX. Se afirma claramente que no hay lugar para tabúes, límites y estereotipos: sólo hay un sonido libre, explosivo e increíblemente picante que abre al oyente facetas completamente nuevas del arte musical».
Y a nosotros nos gusta la libertad que se respira en ’My Pussy Belongs To Daddy’.
Y ya vale.
Músicos: Fay Richmond (voz); Angelina (voz); Miss D. (voz);Saul T. Peter (voz) Año: 2023 Estilo: Música popular |