‘The Dark Side of the Moon’ de Pink Floyd, editado en un lejano 1 de marzo de 1973, hace ya cincuenta años, es el mejor disco de la historia del rock.
Ya está escrito.
Y el segundo mejor es el ‘Wish you were here’.
Sí, ya sé que hay discos de Marvin Gaye, Fleetwood Mac, The Eagles, The Beatles, Led Zeppelin, Michael Jackson, Steve Wonder, que son estupendos, pero es que ‘The Dark Side of the Moon’ es otra cosa.
Y lo mejor del octavo disco en estudio de Pink Floy es que sigue siendo actual, moderno, embriagador, fresco, como recién salido del estudio, a pesar, como indica la seña del disco que este es ‘50th Anniversary Remaster’.
Hay que estar muy embotado estéticamente, éticamente, intelectualmente, sentimentalmente para no emocionarse con temas como ‘Time’, ‘Money’ (el sólo de guitarra de David Gilmour es inmortal) o ‘Us and them’.
Pero es que la influencia de ‘The Dark Side of the Moon’ no sólo es musical, también es estética, con esa icónica portada creada por Storm Thorgerson del grupo Hipgnosis.
Y a partir de aquí se podrían contar muchos avatares del devenir de los miembros de Pink Floyd, con ese lamentable Roger Waters convertido en un antisemita de libro y en un pobre hombre que se cree más de lo que fue (mejor le hubiese ido se hubiese seguido la discreción de David Gilmour y Nick Mason o del ya fallecido Rick Wright); de los datos de la cifras de ventas (ha vendido más de 45 millones de copias-y eso sin cortar las grabaciones o las descargas piratas), de cómo en 2012, el United States National Recording Registry of the Library of Congress (Registro Nacional de Grabaciones de la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos) lo eligió para su preservación debido a su importancia cultural, histórica y estética, o de como en 1999 fue incluido en el Salón de la Fama de los Grammy, y todo esto no serviría de nada para dar cuenta de la maravilla de este disco.
Y cualquier cosa que se escriba sobre ‘The Dark Side of the Moon’ de Pink Floy es banal, intranscendente, superficial, fútil, porque, en este caso más que nunca, lo importante es escucharlo.
Oh, sí.
Músicos: David Gilmour (guitarra); Richard Wright (teclados); Roger Waters (bajo); Nick Mason (batería). Músicos invitados: Dick Parry (saxo tennor); Clare Torry (voz); Doris Troy, Lesley Duncan, Liza Strike (coros) Año: 2023 Estilo: Rock progresivo, música popular |