El cantante norteamericano Gregory Porter se ha convertido por derecho propio en uno de los fenómenos más destacados del jazz vocal contemporáneo.
Desde antes del inicio del concierto en el ambiente del Auditorio del Kursaal, que estaba lleno en su totalidad (salvo los asientos reservados a los políticos y a otras, así llamadas, autoridades), se respiraba un aroma de éxito, como en esas corridas de toros donde los nombres de los toreros y la ganadería de los toros, presagian una tarde inolvidable.
Y así fue.
Ya sólo salir al escenario, el cantante oriundo de Sacramento (California), fue saludado con una salva de aplausos que iba más allá de las del rigor necesario en estos casos.
Porter arrancón con una muy adecuada versión de ‘Holding on’, para seguir con una de sus grandes temas, ‘On my way to Harlem’, una canción muy reivindicativa que apareció en su segundo disco, ‘Be Good’.
De ahí pasó a una bonita balada, ‘If love is overrated’, donde dijo, cuando la presentó que «Lo más importante en esta vida es el amor».
Pero nada iba a ser perfecto y, desde mi más absoluta ignorancia e insensibilidad, tengo que señalar que la versión que hizo de ‘Take me to the alley’, una de sus grandes baladas, fue discutible, sobre todo porque le quitó toda la tristeza y la profundidad que aparece en la versión del disco.
Hay que mencionar a la banda que le acompañaba, la mejor que ha traído en las cuatro ocasiones que ha estado en el Jazzaldia (¡¡y cómo ha crecido escénicamente!!), donde destacó el saxofonista Tivon Pennicott, con un sonido redondo y muy elaborado, que casi, casi, le roba el concierto al líder.
Asimismo el contrabajista Jahmal Nichols dejó al público asombrado con el sólo que se marcó antes de lo que acabó siendo un ‘meddley’ del soul, donde sonaron ‘My girl’ y ‘Papa was a rolling stone’, y donde el cantante aprovechó para reivindicar el legado musical de artistas como James Brown, John Coltrane, Nat ‘King’ Cole y Steve Wonder.
Y por si acaso no había conquistado al público, en su primer bis hizo una versión más que digna, en un español bien aprendido y vocalizado, del ‘Quizás, quizás’. .
Decir que el público salió encantado sería una redundancia.
Por cierto, a nosotros nos gusta tanto este cantante que lo tenemos todo (o casi) de él aquí.
Vale.
Músicos: Gregory Porter (voz); Chip Crawford (piano); Emanuel Harrold (batería); Tivon Pennicott (saxo tenor); Jahmal Nichols (contrabajo), Ondrej Pivec (órgano Hammond) Lugar:Auditorio Kursaal. Donostia. 57 Donostiako Jazzaldia Fecha: 22 de Julio de 2022 |