El pianista y compositor Herbie Hancock, al frente de un magnífico quinteto, el mejor concierto de jazz de la 57 edición del Jazzaldia.
No sólo fue simplemente magnífico sino que recordó porque nos gusta (bueno, al menos a quien esto escribe) el jazz.
Ha sido un magnífico broche de oro a una edición festivalera que no pasará a la historia como una de las mejores (sí, ya sé que quedaban los conciertos de la plaza de La Trinidad, pero el verdadero final estuvo, a mi entender, en este concierto, que, sí, quedará en la memoria de todas las personas que llenábamos del Auditorio del Kursaal).
Desde que actuará por primera vez en Donostia en 1976, el músico de 82 años (sí, 82 años, pero no los parece, ¡vive Dios!), ha actuado seis veces en la capital donostiarra, con conciertos magníficos y alguno que otro no tanto.
En los ocho temas que compusieron la actuación tuvo tiempo de recordar buena parte de su historia musical, que se extiende a lo largo de seis décadas y en las que ha recorrido lo mejor del jazz, desde el más clásico, con Miles Davis, a lo más moderno con el fusión de jazz, funk y rock.
De esta suerte sonaron temas como ‘Footprints’, que le sirvió para recordar a su amigo Wayne Shnorter, ‘Actual proof’, con el que rememoró a sus Headhunters y, por supuesto, tocaron éxitos tan fantásticos como ‘Cantaloupe Island’.
Herbie Hancok se mostró cercano y dicharachero, hablando con el público («El público es el sexto miembro de la banda», afirmó), e incluso, al final del espectáculo, bajando a tocar con el keytar (ese teclado que se lleva como si fuese una guitarra) entre los espectadores de las primeras filas.
Con 82 años Hancock toca como si tuviese cuarenta menos y era capaz de aguantar del salvaje ritmo que imponía su batería, el joven Justin Tyson, con el que protagonizó un duelo en ‘Overture’ con el que abrió el concierto, inolvidable. Por eso nos gusta el jazz.
Y en su banda estaban tres hombres que por sí solos bien pudieran ser primeras figuras en carteles de festivales de jazz. Ahí estaban el trompetista Terence Blanchard, un hombre que ha compuesto varias de las bandas sonoras de las películas de Spìke Lee; el guitarrista Lionel Loueke, el bajista James Genus, que dejó dos solos para que los estudien quienes toquen ese instrumento, y el ya mencionado Justin Tyson, una verdadera máquina de ritmo.
Sí, un concierto inolvidable.
Músicos: Herbie Hancock (artista), James Genus (bajo), Lionel Loueke (guitarra/voz), Terence Blanchard (trompeta), Justin Tyson (batería) Lugar: Auditorio del Kursaal. Donostia. 57 Jazzaldia Fecha: 25 de Julio de 2022 |