El 46º Festival Internacional de Jazz de Getxo cumplió ampliamente con las expectativas que se habían formado en torno a él habida cuenta del programa que se presentaba.
El festival comenzó el miércoles 28 de junio con la presencia de la cantante Jazzmeia Horn, una de las vocalistas de jazz más destacadas de la actualidad, a pesar de tener sólo dos discos en el mercado, ‘A Social Call (2017) y ‘Love & Liberation’ (2019), pero viene avalada por una avalancha de prestigiosos premios tales como haber sido la ganadora del Sarah Vaughan International Jazz Vocal Competition dos años seguidos, en 2012 y 2013 y hacerse con el primer premio del Thelonious Monk Institute International Jazz Competition.
En Muxikebarri, que, lamentablemente, no estaba lleno, se pudo comprobar las muchas posibilidades vocales de esta joven mujer, que en este oportunidad optó más por un jazz de fácil entrada a los espectadores y demostrando los privilegios naturales de su voz. No defraudó ninguna de las expectativas de quienes habían acudido a escucharla.
En su repertorio cantó tanto standars de jazz como ‘Willow weep for me’ y ‘Darn that dream’, junto composiciones originales como ‘Tip’, ‘Free your mind’ y ‘Submit the unknown’.
La segunda jornada del festival de jazz de getxo estuco protagonizada por Kurt Elling, el cantante de jazz que durante muchos años ha mantenido alto el nivel de los vocalistas masculinos en jazz, hasta la llegada de Gregory Porter.
Durante su intenso concierto Elling, un hombre que tiene unas tablas escénicas envidiables, desgranó buena parte de su último disco, ‘SuperBlue’, un proyecto desarrollado en colaboración con el guitarrista Charlie Hunterm que estaba con él en el escenario.
Fue una suerte que Elling eligiese el jazz y no la carrera religiosa a la que parecía estar destinado (su padre era director musical en la iglesia luterana de Rockford, Illinois), ya que así se puede asistir a la variedad estilística que es capaz de desarrollar, desde el vocalese has scat, pasando por la balada.
El 30 de junio y el 1 de julio los conciertos estuvieron protagonizados por dos guitarristas muy distintos. El primero fue Marc Ribot con su ‘Ceramic Dog’, y el segundo estuvo protagonizado por el Al Di Meola Acoustic Trío
Como mi religión me impide ver a músicos que no me lo han hecho pasar bien en directo enn algún momento de mi vida, decidí huir de esos dos conciertos.
Pero me dijeron que estuvieron muy bien en lo que hacen, sobre todo Ribot, un hombre que si te gustan las descargas sonoras de alto voltaje es un músico que no debes perderte. Con Ribot sucede con lo que otros muchos músicos de jazz, que no se sabe si lo que hace es jazz o no.
Al di Meola agotó las entradas para su concierto en Muxikebarri, o sea, que bien por él, y si el día anterior fue una bronca jazzera Di Meola se encargó de poner más o menos todo en su sitio.
Aunque se anunció como Acoustic Trio, al final fue en Acoustic Quartet: dos guitarras, un baterista y un percusionista hindú.
El festival lo clausuró uno de los mejores contrabajistas de la actualidad, el veterano Dave Holland, que presentó su New Quartet.
La parte central de su concierto fue una larga suite donde destacó la pianista Kris Davis gracias a una brillante fraseo. Antes y después de esta pieza sonaron ‘A new day’ y ‘’Jumpin in’.
Quizás les falte ensamblarse un poco más, pero lo cierto es que el Dave New Holland New Quartet hizo muy bien lo que tenía que hacer.
Una nota final: lamentablemente el 46º Festival Internacional de Jazz de Getxo tuvo que enfrentarse a elementos inesperados que acaso lastrasen la asistencia a los conciertos y es que esa cosa llamada Tour de France imposibilitó demasiadas cosas en Bilbao y sus cercanías. No, al ciclismo no le gusta el jazz, pero, también es cierto, que la música acabó triunfando.
En su conjunto el 46º Festival Internacional de Jazz de Getxo ha sido una gran edición.
Y el año que viene más y mejor.
(Foto de inicio: Jazzmeia Horn).