‘Preludes’, del pianista Adam Birnbaum, es un ejemplo paradigmático de ese jazz que se dio en llamar ‘Third Stream’, que quería aunar, y lo lograba con sobresalientes resultados, todo sea dicho, el jazz y la música clásica.
Aprovechando esta circunstancia hay que recordar que uno de los mejores discos de jazz de toda la historia es ‘Concert’ de Jim Hall donde aunaba un jazz de primerísimo nivel con el adagio del Concierto de Aranjuez de Joaquín Rodrigo.
En el caso concreto de este disco de Birnbaum se trata de dar vida jazzística a una selección de una docena de preludios de la primera mitad de la emblemática obra de Johann Sebastian Bach ‘El clave bien temperado’ (‘Das wohltemperierte Klavier’ BWV 846-893). Eligió específicamente piezas que evocan ideas espontáneas e improvisadas, capturando la esencia del propio Bach al teclado, tales como el ‘Preludio en re menor’, ‘Preludio en re bemol mayor’, ‘Preludio en re menor’ y el ‘Preludio en re bemol mayor’.
Si hay un compositor clásico que ha influido en el jazz ese ha sido el creador de las ‘Variaciones Goldberg’, y de su música han bebido pianistas como Jacques Loussier, Bill Evans, Keith Jarret y Baptiste Trotignon entre otros muchos y a los que ahora se añade Adam Birnbaum.
La visión de Birnbaum para este proyecto es clara. Su objetivo era mantenerse fiel a las composiciones de Bach, añadiendo al mismo tiempo su toque personal. Al igual que los músicos barrocos de la época de Bach, que abrazaban la improvisación, Birnbaum integra con gusto elementos de la sensibilidad del jazz en sus arreglos, improvisando sobre los cambios de acordes y alterando el contenido melódico, pero conservando al mismo tiempo la esencia de la escritura de Bach.
En estos ‘Preludes’ el pianista neoyorquino se ha hecho acompañar por el contrabajista Matt Clohesy y el baterista Keita Ogawa que imprimen que imprimen profundidad y sensibilidad a la base barroca de la música del mayor de los Bach.
De la unión del sentimiento del jazz con la sensibilidad de la música clásica sólo pueden salir discos realmente buenos y que siempre es un placer escucharlos.
Por cierto, Adam Birnbaum es un asiduo colaborador de la cantante Cécile McLorin Salvant y ha sido esta vocalista la que ha creado la imagen de la portada del disco.
Un placer.
Músicos: Adam Birnbaum (piano); Matt Clohesy (contrabajo), Keita Ogawa (batería) Año: 2023 Estilo: Jazz moderno |