El pianista Arturo O’Farrill (lo de compositor y productor en, al menos, los músicos de jazz, se da de suyo) debió de pensar que la pandemia del SARS-CoV-2 (Covid-19), originada en la República Popular China lo le iba a parar en su carrera profesional.
Así que ni corto ni perezoso se lanzó, junto con su Afro Latin Jazz Orchestrak, a sacar adelante este proyecto que ha cristalizado bajo el título de ‘Virtual Birdland’.
Más allá de los valores estéticos de la pieza, qiue evidentemente los tiene, y muy interesantes, y que por ello está aquí, ‘Virtual Birdland’ es un paso, no sé si definitivo, en la grabación y edición de la música, así ebn general y no sólo en el jazz.
La cuestión es que a causa de las restricciones impuestas por la pandemia, Arturo O’Farrill no pudo reunir en un estudio de grabación ni a su Afro Latin Jazz Orchestra ni a los invitados que tenía previsto para su nuevo proyecto.
Así que lo hizo todo de manera virtual, conectándose con sus músicos a través de diversas plataformas, grabando a cada músico de manera individual y reuniendo todo como en un puzzle gigantesco en una mesa de mezclas.
El trabajo de post-producción ha tenido que ser salvajes porque la lista de participantes es muy extensa.
Una de las cuestiones destacables es que esa plataformas de conexión en directo vía online nunca fueron pensadas para realizar proyectos de este tipo, de ahí le novedad, la valentía y la innovación de Arturo O’Farrill.
Así que con ‘Virtual Birdland’ se da un paso más en esto de grabar música: da igual donde estén los músicos, pues podrán participar en cualquier proyecto musical que le propongan que no tendrá que desplazarse a un estudio de grabación y lo podrá hacer cómodamente desde su casa.
Y en vivo y en directo con el responsable del proyecto.
Cercanía y lejanía al mismo tiempo.
Con ‘Virtual Birdland’ Arturo O’Farrill, un hombre muy comprometido políticamente con la izquierda norteamericana y con la lucha de los derechos civiles, amplía su abanico de intereses, ya que, que yo sepa, incluye por primera vez en su música los sonidos árabes (‘Pouvoir’, ‘Ana Mashoof’) y le da una mayor presencia a las sonoridades africanas.
Y claro, siempre el latin jazz, con piezas tan destacadas como la versión de ‘Samba for Carmen’, uno de los mejores cortes del álbum, un pieza creada por Paquito D’Rivera , donde brilla como él sólo sabe hacer.
Vale.
Y.M.
Músicos: Arturo O’Farrill (piano); Alejandro Avilés (saxo alto, saxo soprano, flauta); Adison Evans (saxo alto, flauta); Roman Filiú (saxo alto); Iván Renta (saxo tenor, saxo soprano); Jasper Dutz (saxo tenor, clarinete); Jeremy Powell (saxo tenor) ; Livio Almeida (saxo tenor); Larry Bustamante (saxo baritone, clarinete bajo); Seneca Black (trompeta); Bryan Davis (trompeta); Adam O’Farrill (trompeta); Walter Cano ( trompeta, fliscorno); Rachel Therrien ( trompeta, fliscorno); Kai Sandoval (trompeta); Rafi Malkiel (bombardino); Mariel Bildsten (trombón); Abdulrahman Amer (trombón); Xito Lovell (trombón); Ben Barnett (trombón); Earl Mcintyre (trombón, trombón bajo, tuba); James Rogers (trombón bajo); BamBam Rodríguez (bajo); Vince Cherico (batería); Keisel Jiménez (conga); Carly Maldonado ( bongo batería, cajón, timbales). Músicos invitados: Malika Zarra (voz); Gili Sharett (fagot); Gazal Faisal Al-Mulaifi (guitarra, voz); Paquito D’Rivera ( saxo alto); Richard Miller (guitarra); Everton Isidoro (cuica, pandeiro, caxixi); Gustavo Di Dalva (atabaque); Boom Diwan: Sulaiman Mayoof Mejally, Abdulaziz Al-Hamli, Abdulwahab Al-Hamli, Khaled Bunashi, Ghanem Salem ( percusión) Año: 2021 Estilo: Latin jazz |