El sólo hecho de escribir, y leer, el nombre de Kenny G. le produce un auténtico sarpullido a muchas personas, y a aquellos que ejercen de guardas de la esencia del jazz, les llevan casi a un ataque de apoplejía.
Posiblemente a su pesar Kenny G. es un músico controvertido; los aficionados al jazz lo odian, mientras que, por otro lado, vende millones de discos. Sólo como dato anecdótico; tiene el récord mundial Guinness de artista de jazz más vendido.
Como cada vez soy más mayor, cada día me joden esas actitudes clasistas que desprecian y degradan a los ciudadanos de a pie a los que les gustan las músicas (o la literatura, o el cine, o…) que más venden y se consumen en los medios de comunicación.
Después, dentro de unos años, los que hoy son unos críos reivindicaran la música de Kanny G. como el sonido, la estética o lo que sea, que les introdujo en el jazz. O sea, la misma actitud que hoy sucede con la reivindicación (blanqueamiento lo llaman otros) de artistas como Lola Flores, Raphael y asimilados.
Kenny G. acaba de editar nuevo disco, que lleva por título ‘New Standars’ y en uno de estos canales de televisión en ‘streaming’ se ha estrenado hace poco ‘Escuchando a Kenny G.’, donde la directora de este documental, Penny Lane, se plantea por qué la música de este hombre gusta tanto.
Tanto es el impacto de este saxofonista nacido como Kenneth Bruce Gorelick, un 5 de junio de 1956 en Seattle, Washington, Estados Unidos, que el escritor Sergio del Molino, uno de los nuevos popes de la cultura en España, ha escrito un artículo titulado ‘El misterio de Kenny G’, aparecido en pasado 2 de enero de 2022 en el diario El País.
Aquí algún estracto: «Con la etiqueta de música de ascensor, Kenny G. resume todos los pecados del mal gusto: plano, banal, hortera y cursi. Es la pesadilla de un melómano y un insulto para la policía del jazz. El buen tono exige despacharlo con una burla. Sin embargo, vendió discos por millones, y son millones las personas que lo disfrutan y le aplauden a rabiar en los conciertos. Al intelectual, al melómano y al columnista soberbio como yo se nos escapa algo que Penny Lane intenta descifrar: ¿por qué Kenny G conecta con su tiempo de una forma que ningún músico genial consigue?»
«Seguramente Kenny G sea basura sonora, pero entender por qué triunfa es entender algo profundo e importante de la realidad.» Hasta aquí la cita.
Sí, ‘New Standars’ es un disco flojo, previsible (pero, ¿por qué no tendría que serlo si a ál le va bien?) y que aporta más bien poco a lo que ya se ha tocado sobre temas como ‘Paris by Night’, ‘Only you’ y ‘Waltz in blue’.
Sin embargo, aquí, y en otros momentos también, surge una elección dramática e infernal –siendo un tanto hiperbólico-; ¿qué prefieres, escuchar eternamente free jazz o a Kenny G.?.
Pues eso.
Vale.
Músicos: Kenny G (saxo soprano); Stephen Erdody (cello); Sam Hirsh (piano ); Nate Light (bajo); Rick Montalbano (batería);Greg Phillinganes (teclados); Ron Powell (percusión); John Raymond (guitarra) Año: 2021 Estilo: Jazz fusion |