Sarah Vaughan (Newark, Nueva Jersey, 27 de marzo de 1924-Los Ángeles, California, 3 de abril de 1990), apodada Sassy y La Divina, fue considera, junto con Billie Holiday y Ella Fitzgerald, como una de las más importantes e influyentes voces femeninas del jazz.
Sin embargo, y a diferencia de sus dos colegas, Sarah Vaughan ha caído en un relativo olvido.
Es cierto que de ella se siguen reeditando discos, pero no tiene el tirón que tienen tanto Lady Day como Ella.
Acaso, y sólo a modo de hipótesis, porque aquí fingimos muchas hipótesis, a Sarah Vaughan le pase como a James Brown; que pese a su indudable valía, el no haber dejado muchos amigos en vida y haberse comportado como su sobrenombre de La Divina, indica que, a pesar de su voz nadie quiere acordarse de ella.
En este sentido baste con preguntar a algunos antiguos responsables del Jazzaldia sobre esta mujer y su actitud para ver como salen sapos y culebras sobre ella. Pero dejémonos de hipótesis.
El lanzamiento de Sarah Vaughan & Clifford Brown es una buena ocasión para recordar a esta cantante, y hacerlo, además, en compañía de quien fue una de las grandes esperanzas de la trompeta de jazz, el gran Clifford Brown, que vio su carrera truncada a causa de un accidente de coche en el que perdió la vida.
Este disco no deja de ser una maniobra de marketing, pues lo que se recoge en las 18 canciones que componen el disco no son otra cosa que los temas que aparecieron en ‘Sarah Vaughan’ (1955) y ‘Sarah Vaughan’ (1950).
En el primero de los discos que en este disco aparecen sí esta Clifford Brown, mientras que en el del año 1950 la figura más destacada, aunque en aquel momento estaba en plena formación, es Miles Davis.
Sobre Sarah Vaughan, su voz y su estilo recojo de lo que ella se ha escrito al respecto: «La voz de Vaughan se caracteriza por su tonalidad grave, por su enorme versatilidad y por su control del vibrato; su tesitura, similar a la de una cantante de ópera, le permitía saltar del registro grave al de soprano con gran facilidad. Sarah Vaughan fue de los primeras vocalistas en incorporar el fraseo del bebop a su canto. Sus capacidades más destacadas son su inventiva armónica y su alto sentido de la improvisación. A lo largo de los años, su voz se fue haciendo más oscura, aunque no llegó a perder nunca su poder y su flexibilidad. Fue también una maestra en el scat».
Si te gusta el jazz vocal clásico, interpretado por una de las grandes del jazz, este es tu disco.
Vale.
Y.M.
Músicos: Sarah Vaughan (voz) Temas 1 a 9: Clifford Brown (trompeta); Paul Quinichette (saxo tenor); Herbie Mann (flauta); Joe Benjamin (contrabajo); Roy Haynes (batería); Ernie Wilkins (conductor Temas 10 a 18: Billy Taylor Sr. (contrabajo); Tony Scott (clarinete); J.C. Heard (batería); Freddie Green (guitarra); Mundell Lowe (guitarra); Jimmy Jones (piano); Budd Johnson (saxo tenor); Bennie Green (trombón); Miles Davis (trompeta) Año: 2020 (editado originalmente en 1955) Estilo: Jazz moderno |