Slowly Rolling Camera: Silver Shadow

‘Silver Shadow’ es el título del sexto disco del trío británico Slowly Rolling Camera, una de las formaciones más atrayentes y sugestivas del nuevo jazz que se hace en el Reino Unido, el lugar donde, a mi ignaro entender, se está haciendo el mejor jazz de Europa (igual del mundo es un tanto excesivo, pero no le nada lejos).

Por estos lares conocimos a este trío en el año 2021 gracias a sus estupendo ‘Where the streets lead’, aunque ellos llevan funcionando desde el año 2013, y desde entonces no hemos dejado de seguirle la pista dentro de nuestras posibilidades.

(Mientras estoy escribiendo esto se ha cruzado ‘Así fue’ en la versión de Dread Mar I…O sea, que dejo de escribir por ahora sobre este ‘Silver Shadow’ porque sólo tengo en la cabeza el magnífico final de esa versión de la canción compuesta por Juan Gabriel.)

Sigo.

Lo que hacen el pianista, teclista y productor Dave Stapleton, el baterista Elliot Bennett, el productor y diseñador de sonido Deri Roberts, los tres miembros de la banda (en un principio estuvo la vocalista Dionne Bennett, que dejó la banda en 2016 tras sus dos primeros discos) , es una música donde se cruzan el jazz, el ambient, el dark, la música cinética y cinematográfica.

Pero en este disco no están sólo los tres miembros de la formación, en diferentes momneros de los ocho temas que componen ‘Silver Shadow’ están acompañados por músicos de la valía del bajista Jasper Høiby, del saxofonista Josh Arcoleo, que ya estuvo con ellos en ‘Flow’, el trompetista finlandés Verneri Pohjola y el guitarrista Stuart McCallum, un veterano miembro de la Cinematic Orchestra, banda con la que este disco guarda muchas similitudes.

Como ha manifestado alguno de los miembros de Slowly Rolling Camera refiriéndose a este ‘Silver Shadow’; «este álbum refleja nuestra fascinación por el enfoque cinematográfico, no sólo en el sonido, sino en cómo construimos nuestra música».

El producto de todo ello es una propuesta musical introspectiva, intimista, relajante, donde se entretejen sin esfuerzo ritmos conmovedores, melodías magnéticas y una rica paleta de matices emocionales.

Delein.