El compositor Alberto Bernal, actualmente catedrático en el Real Conservatorio Superior de Música de Madrid, ha visto publicado Fuera de tono, su último libro, que lleva el significativo subtítulo de ‘La música de nueva creación ante su desbordamiento’.
Una matiz importante sobre este concepto de ‘compositor’ aplicado a Bernal: se trata de un creador de música contemporánea dentro de esa línea que arranca desde la llamada Ars Nova, Bach, Mozart y tutti quanti hasta Arnold Schönberg, Krzysztof Penderecki, Ligerti, John Cage, Xenakis o Cristóbal Halffter, por citar sólo los que primero se me vienen a la cabeza en el siglo XX.
‘Fuera de tono’ lo componen doce pequeños ensayos, divididos en cuatro partes (el Afuera, el Límite, el Todo, el Ahora) escritos a lo largo de un arco temporal que abarca desde 2005 hasta la actualidad.
Este es un libro de teoría musical, que reflexiona, sin dar una(s) respuesta(s) concreta(s), sobre la encrucijada, por haber escuchado todos los sonidos, en la que se encuentra la música de nueva creación, (que el autor define como «aquella que aún no hemos creado y, por tanto, sólo está si acaso en nuestras mentes»).
Para Bernal, y ello se manifiesta en su obra, el medio de la música ya no es solo el musical, sino también el sonido cotidiano, lo performativo, lo visual, lo socio-político… De hecho, para ilustrar sus ideas el autor no duda en incluir imágenes de perfomances y de obras escultóricas.
Sólo para hacerse una idea de lo que propone Alberto Bernal baste decir que la portada del libro es la particura de una de sus obras; ‘Impossible music #18’ (2010). O sea, poca broma.
Aunque breve, es un libro denso, acaso no apto para no iniciados, pero a quienes les interese la reflexión en torno a la música harían bien en prestar atención a este ‘Fuera de tono’.
Por cierto, Bernal tiene una obra, ‘Ritratto senza voce (Billie Holiday)’ dedicada a Lady Day. O sea, que también el jazz tiene un lugar en su corazoncito, por así decir.
Una constatación: el mundo literario musical sobre la música contemporánea y las músicas populares (jazz, pop, blues,…) no tienen (casi) nada que ver ya que unos son, por así decir, platónicos, y otros son aristotélicos.
Vale.
Editorial: EdictOrália Música Páginas: 164 Año: 2024 |