La escritora danesa Anne Lise Marstrand Jørgensen ha logrado con ‘Hildegarda’ uno de los grandes fenómenos literarios en su país, donde se alzó con el premio de Literatura Weekendavisen y donde fue elegida mejor libro del año en Dinamarca dos años seguidos.
Con ‘Hildegarda’ también se demuestra que las autoras del norte de Europa son capaces de escribir novelas que no estén protagonizadas por policías o asesinos de diverso pelaje.
Y es que hay vida más allá de la novela negra y/o policiaca –por muy entretenido y ameno que sea el género.
‘Hildegarda’ narra los primeros 48 de la vida de Hildegarda de Bingen (nacida Hildegard von Bingen), la monja benedictina conocida como la Sibila del Rin –escribo «los primeros» porque esta mujer vivió hasta los 81 años, en una época, la Baja Edad Media, donde difícilmente se llegaba a los 50 años de vida.
Hildegarda de Bingen fue mística (sus experiencias se recogen en su obra ‘Scivias’), compositora (escribió más de 70 piezas sin tener ni la más remota idea de música), poeta, médico y consejera de hombres poderosos (Papas, reyes,…), amén de fundar un par de conventos en Alemania.
Tras su fallecimiento en todo apuntaba a que iba a ser coronada como santa. Pero no. Hubo que esperar hasta el 10 de Mayo de 2012 para que el Papa Benedicto XVI, compatriota suyo, la santificara. Eso sí, después todo ha ido muy rápido y el 7 de octubre de ese mismo año fue proclamada oficialmente ‘Doctor de la Iglesia’, junto a Juan de Avila.
Anne Lise Marstrand Jørgensen ha evitado escribir una novela feminista, algo en lo que la podría haber caído fácilmente ya que en la actualidad se considera a Hildegarda de Bingen como una proto feminista.
Marstrand Jørgensen narra, con neutralidad de cirujano, mezclando ficción y realidad, esos 48 años de esta monja, desde su difícil nacimiento hasta su encumbramiento por el Papa Eugenio III y Bernardo de Claraval en el Sínodo de Tréveris.
Por la novela van pasando personajes como Jutta (la monja que le educó y formó), el abad Kuno, sus padres y el monje Volmar, quien fue su secretario.
Aunque la novela tiene un tono más o menos neutro, hay momentos de la narración verdaderamente dramáticos y que para una mentalidad actual resultan difícilmente asumibles, como es el caso de la llegada y primeros años en el monasterio de Disibodenberg, donde estuvo bajo la tutela de la implacable Jutta.
‘Hildegarda’ no es el primer acercamiento a la figura de Hildegarda de Bingen por parte de la literatura de ficción. Si a alguien le puede interesar hay que indicar que en el año 1985 se publicó ‘Una luz tan intensa’ de Joan Ohanneson, donde se narraba biografía de esta santa.
Vale.
I. Letrado
Editorial: Lumen Páginas: 481 Año: 2021 Traducción: Blanca J. de Carranza y Queirós |