‘Olga’, la última novela publicada en castellano del autor alemán Bernhard Schlink se puede resumir señalando que es la historia de una mujer corriente, de esas llamadas normales (como tú y como yo).
Y como es la vida de una mujer que, además tiene que luchar contra las circunstancias, ya sea las de la pobreza para lograr lo que se ha propuesto en la vida (ser maestra), ya sea las de un amor im-posible, desde el primer momento de la narración se siente un ánimo solidario hacia la protagonista.
Si hay un factor que define la vida de Olga, que recorre prácticamente todo el siglo XX, es el del estoicismo. Todo lo acepta, no se queja, lo que no signifique que no luche para escapar del destino que otros querrían para ella.
‘Olga’ se divide en tres parte, la primera, narrada por la propia protagonista; la segunda, que pertenece a su etapa de madurez-vejez, contada por una tercera persona que acabará jugando un importante papel en la vida de la protagonista, y por último, las cartas que Olga le envió a su novio Herbert cuando éste partió a una expedición en el Polo Norte.
Bernhard Schlink, que ejerce de juez, ya había dado muestras suficientes de su valía en novelas como ‘El lector’, que el catapultó a la fama, ‘El fin de semana’ o la serie protagonizada por el detectiva, exfiscal nazi, Gerhard Selb, y en ‘Olga’ confirma que basta con contar de manera clara, directa, poniendo en contexto temporal a sus protagonistas, una historia para que el lector disfrute de su lectura y tenga ganas de seguir con ese relato.
Cuando se acaba ‘Olga’ queda un pequeño regusto amargo; la tristeza de dejar a Olga, la alegría de haber leído una novela que, en su sencillez, en contar lo que somos, atrapa al lector como si de un cepo se tratase.
Editorial: Anagrama Páginas: 256 Año: 2019 Traducción: Carles Andreu |