Con ‘Mentes vegetales’ (Bauplan) el filósofo norteamericano Chauncey Maher ha escrito uno de esos libros que obligan al lector a re-plantearse algunas ideas preconcebidas.
Por ejemplo, si las plantas tienen mente.
Y después de leer los argumentos que presenta Chauncey Maher la respuesta es sí. Las plantas tienen mente.
De manera intuitiva los jardineros, y cualquier amante de los árboles y las flores, sabe que esos seres vivos tienen sentimientos, que hacen lo que hacen porque algo, su mente, los mueve.
Chauncey Maher no es uno de esos filósofos, o presuntos filósofos, enloquecidos con unas cuantas ideas mal digeridas y resentidos con el mundo por no haber hecho la revolución, sino que es un profesor universitario especializado en la filosofía de la mente.
Muestra de la seriedad del libro, que tiene por subtítulo ‘Una defensa filosófica’, es la amplia bibliografía y las numerosas notas que aparecen al final de cada uno de los seis capítulos que componen el libro.
Y aunque este libro está escrito con mucha claridad, lo que es muy de agradecer, en un tema como la filosofía de la mente que no es precisamente fácil, lo cierto es que no es un libro de divulgación, ya que se muestran en toda su crudeza las teorías filosóficas que desde Aristóteles hasta la modernidad se han venido desarrollando (aquí aparecen los qualia y demás inventos filosóficos).
‘0Mentes vegertales’ también es un libro sobre el cambio de ideas. Así, Chauncey Maher comienza manifestando que no cree que las plantas y los árboles tengan mente, para acabar estando del lado de los que creen que si la tienen, apoyando el enactivismo y aquellas buenas teorías filosóficas que la apoyan (y esas ideas también tienen que ver con la Inteligencia Artificial y todas esas cuestiones que están al orden del día en los medios de comunicación).
Sin embargo, al final del libro, de alguna manera Chauncey Maher se echa para atrás en esta cuestión pues ante la pregunta de si las plantas sufren se inclina por responder negativamente.
Pero las plantas sufren, y Chauncey Maher la sabe aunque no lo diga, lo que le llevaría a considerar que los vegetarianos comen, ellos también cadáveres, y que las plantas y los árboles también tienen derechos, al igual que los tienen los perros o los gatos (¿los tienen las hormigas, las cucarachas y en general los insectos?).
Pero eso parece que implica un gran salto nada fácil de dar por las implicaciones sociales que ello puede tener.
Con ‘Mentes vegetales’ de Chauncey Maher también se da a conocer la nueva editorial Bauplan, que ha comenzado su carrera, que esperamos y deseamos largo y fructífera, de la mejor manera posible.
Vale.
Editorial: Anagrama Páginas: 180 Año: 2022 Traducción: Emilio Pérez-Manzuco |