La deshumanización del varón de Daniel Jiménez, que lleva por subtítulo Pasado, presente y futuro del sexo masculino, es un libro que está destinado a entrar, sí o sí, en el Indice de Libros Prohibidos por el Feminismo.
La deshumanización del varón es un libro necesario, y lo es porque pone en solfa todos los grandes dogmas sociales, sexuales y culturales que, desde el feminismo y los sectores así llamado progresistas, se han difundido en los últimos años: que los varones somos privilegiados, violentos, opresores y que sólo queremos hacer daño, hasta matarlas, a las mujeres a través de las más variadas formas e instituciones. Aquí cabría decir aquello que se dice del periodismo: que la verdad y la realidad no te estropeen una buena historia.
Antes de continuar déjenme decirle un cosa: ser varón es un putada (perdón por la palabra pero no encuentro otra mejor para definir el destino al que estamos destinados los hombres –sí quien escribe esto es varón, heterosexual, occidental y de tradición judeocristiana).
Tanta putada es ser hombre que nos suicidamos más (sería interesante que alguien hiciese una estadística de cuantos hombres se quitan la vida a causa de denuncias falsas de acoso sexual, de divorcios les despojan de su dinero y sus hijos), nos drogamos con drogas duras más, somos la mayoría de los ‘sintecho’, morimos más en accidentes de trabajo; y todo ello sin contar que la mayoría de los muertos en las guerras y en los naufragios de la inmigración ilegal son hombres. Sí, una putada y, lo que es peor, que a (casi) nadie le importa. Y esto último es lo que convierte al hecho de ser hombre en un drama que, en demasiadas ocasiones, acaba en tragedia.
Por cierto, la cultura occidental, esa que comienza con La Iliada de Homero, no es otra cosa que el relato de como muchos hombres entregaron su vida tanto para defender a una mujer (Helena), caso de Héctor, como para rescatarla, todos los héroes dánaos.
Pero si se toman el tiempo, y tómenselo, de leer su 600 páginas, encontrarán que este es uno de esos libros necesarios, y por tanto peligroso. Como de amenazante será que los críticos importantes y sesudos sobre este tipo de cuestiones lo han ignorado por completo. No es que se hayan puesto de perfil, es que le han dado la espalda. Y se comprende esa actitud porque este libro quema.
Aunque en los últimos meses (esto está escrito en diciembre d 2019) hemos podido asistir a un aquelarre mediático-populista en torno a la destrucción del hombre (en cuanto género, pero también en casos individuales), con la aparición de un nuevo/viejo derecho penal de autor (esto es, lo fundamental no es lo que se haga sino quien lo haga); lo cierto es que, poco a poco, empiezan a surgir voces críticas con ese afán destructor del hombre y, en este sentido, La deshumanización del varón está llamado a convertirse en una referencia ineludible en esta lucha para devolver al hombre su dignidad.
Trece capítulos, divididos en tres grandes partes, conforman el libro, que aborda la (des)humanización del varón tanto desde un punto de visto histórico como actual, y en el que, además, se proponen ideas para recuperar la integridad robada del hombre.
O como escribe Daniel Jiménez al final de la introducción de La deshumanización del varón: «Bienvenido a un nuevo discurso de género.» En ello nos va la vida.
Y, aunque no creo tener lectores (si es que lo tengo) imbéciles, ni Daniel Jiménez ni este juntaletras somos fascistas –en todo caso lo será tú padre. Y aquí un buen consejo que dejó hace años un colega: «Sapere aude».
Y.M.
Editorial: Psimática Páginas: 601 Año: 2019 |