La última novela de David Markson fue la última novela, literalmente, del escritor neoyorquino y ese final de obra no pudo ser más brillante.
Escrita en 2007, Markson falleció en 2010 y hasta el momento no había visto la luz en español. Como se dice en estos casos, más vale tarde que nunca.
Si la bondad o la maldad de una novela (o de un poema) hay que cifrarla en su capacidad para hacer que el lector quiera leer más relatos de ese escritor concreto, entonces ‘La última novela’ es una obra que cumple con creces este cometido.
Esta última novela, si es que se la puede denominar así –en todo caso yo lo hago- de David Markson es simplemente deslumbrante.
El protagonista de esta historia es El Novelista; «Viejo. Cansado. Enfermo. Solo. Arruinado».
‘La última novela’ es una narración completamente inhabitual en la literatura actual.
La propuesta es tan simple, a primera vista, como arriesgada, crear un relato mediante citas, anécdotas, fragmentos, fechas y reflexiones en torno a varios temas; el arte, la literatura y, por extensión, la escritura, el racismo, en su vertiente antisemita pero también para denunciar el trato dado a los negros en Estados Unidos, la música y la condición humana.
No se trata sólo de colocar estos breves párrafos, muchas veces de una sola línea, sino de hacerlo con sentido; y David Markson sabe hacerlo, y además con una notable carga de ironía, pues el autor no duda en reírse de sí mismo.
Un muy breve apunte sobre este autor considera clave de la literatura experimental estadounidense (le han tachado de escritor posmoderno). Logró un notable éxito con ‘La amante de Wittgenstein’ (1989), un novela que fue rechazada por 54 editores antes de ser publicada.
‘La última novela’ acaba con esta dos frases; «El viejo que no se ríe es un tonto»; «Als ick kan», que es lo que he intentado hacer para intentar a animarte a leer este libro.
Vale.
Editorial: Sexto Piso Páginas: 189 Año: 2024 Traducción: Mariano Peyrou |