Con la edición de La senda de Aristóteles’ de la clasicista británica Edith Hall se confirma que las ideas de los clásicos griegos, tú ya sabes, Sócrates, Platón, los cínicos, los sofistas, los primeros estoicos (y los segundos también), y, claro, Aristóteles, interesan, y mucho, tal y como se puede comprobar por el buen número de libros que sobre estos asuntos están saliendo al mercado en la actualidad.
Con el subtítulo de ‘De cómo la sabiduría antigua puede cambiar nuestra vida’ lo que Edith Hall presenta es cómo la ética aristotélica puede ayudarnos en nuestra vida cotidiana.
Sí, ese subtítulo puede hacer pensar que lo que hay en este libro es un manual de autoayuda para, digamos, personas ilustradas. Y algo de eso hay a ratos.
Para mostrar la modernidad de las ideas éticas del Estagirita, Hall recurre a una buena cantidad de ejemplos sacados tanto de su vida privada (familia, amigos) como del arte, en especial del cine.
Como a Edith Hall no le gusta todo Aristóteles, está radicalmente en contra de las ideas que tenía el griego sobre la esclavitud y el papel de las mujeres en la sociedad, prefiere obviar esas circunstancias, darlas por inexistentes, por así decir, y centrarse en lo mucho y bueno que hizo el autor de la ‘Etica a Nicómaco’.
En ‘La senda de Aristóteles’ hay una tendencia acusada hacia los planteamientos del pensamiento ‘woke’ y su supuesta superioridad moral (pag. 162) lo que pone de manifiesto una idea que anda circulando por ahí; el papel tan principal que están jugando las mujeres en ese movimiento político una de cuyas máximas es la censura (ciertamente hay cuestiones que a Hall no le gustan y que cree que deberían no ser difundidas) a todo aquello que se salga de la nueva normatividad.
A Edith Hall hay que agradecerle que haya escrito un libro tan claro y fácil de leer como este ‘La senda de Aristóteles’, que está dentro de la mejor línea británica de divulgación cultural.
Editorial: Anagrama Páginas: 307 Año: 2022 Traducción: Daniel Najmías |