El filósofo y pedagogo (y este no es un insulto, aunque habida cuenta de como está ese gremio bien podría serlo) Gregorio Luri, acaba de publicar ‘El eje del mundo’, que lleva por subtítulo ‘La conquista del yo en el Siglo de Oro español’.
Por si hay alguien que no lo sepa se admite comúnmente que el Siglo de Oro españoles el que se produce durante el Barroco, entre los siglos XVI y XVII.
En ‘El eje del mundo’ Luri quiere reivindicar la España de aquel tiempo, que a pesar de sus obvias oscuridades, también tuvo hombres y momentos de gran esplendor. Y es que si hay algo que define a este libro en buena medida es que su autor huye de la mirada ‘leyendanegrista’ que tanto gusta, y tanto promueven, buena parte de la llamada intelectualidad española.
Aquí se reivindica a figuras muy conocidas (?) de la cultura española, como Tirso de Molina, Lope de Vega, Teresa de Ávila, Baltasar Gracián (igual ahora se conoce más porque es uno de los autores favoritos de Elon Musk) y Calderón de la Barca, hasta otras menos familiares como Isabel Barreto, María de Ágreda o Diego de Covarrubias.
Hay dos figuras humanos en los que Luri pone el foco de su atención, el pícaro y el místico.
A mi analfabeto modo de entender, donde este navarro residente en Barcelona escribe unas páginas espléndidas es cuando analiza el fenómeno de la mística en España, desde sus figuras triunfantes (Teresa de Avila, Juan de la Cruz) hasta sus protagonistas más trágicos (Miguel de Molinos).
Gregorio Luri, uno de los mejores pensadores del conservadurismo español actual, deja clara su idea desde el inicio del libro; «La tesis que defenderé es que nuestro Siglo de Oro puede entenderse como un exploración colectiva del yo», y explicita que «el yo en el Siglo de Oro es más del yo de la pasión que el yo del cogito».
Con ‘El eje del mundo’ se inaugura, además, la editorial Rosamerón, de la cual Gregorio Luri es parte fundamental, lo que está muy bien. Sin embargo aprovecho este espacio para señalar que editando a un tal Pedro Baños (Coronel Tapioca, para el público en general) no es la mejor carta de presentación de la editorial. Hay acciones que un hombre de bien no debe hacer nunca.
Pero será que además de analfabeto, o acaso por ello, también seré un sectario.
En todo caso, bien por ‘El eje del mundo’.
Editorial: Rosamerón Páginas: 345 Año: 2022 |