El polémico (a su pesar, probablemente) psicólogo social y profesor de liderazgo ético en la Escuela de Negocios Stern de la Universidad de Nueva York Jonathan Haidt y el abogado y consejero delegado de la Foundation for Individual Rights in Education (FIRE), Greg Lukianoff, acaban de ver publicado en español su libro conjunto La trasformación de la mente moderna.
Aunque Jonathan Haidt y Greg Lukianoff son más infinitamente sutiles que quien esto escribe, y lo que dicen que pretenden con su ensayo La trasformación de la mente moderna es arrojar un poco de luz a algunos de los cambios socioculturales más profundos que estamos sufriendo en el siglo XXI, lo que en el fondo se presenta, y esto es lo verdaderamente interesante, es una denuncia sobre el neo-stalinismo que está arrasando en los campus y los ‘college’ de las universidades americanas, y por extensión occidentales, especialmente en aquellas más elitistas y caras, y ello se produce en todos los ámbitos de conocimiento, desde la economía y el derecho a la sociología y la filosofía.
Estamos viviendo un tiempo político-cultural de pura persecución al disidente y una nueva época de los juicios de Moscú, donde los individuos son condenados porque alguien, en algún lugar, por venganza, por odio, por deficiencia cognitiva, por lo que sea, ha decidido que otro alguien es culpable de algo y que sólo tiene derecho a ser culpable. Póngase aquí el caso que cada uno tenga en la cabeza.
Para Haidt y Lukianoff las causas de esta involución política, de este neo-stalinismo hay que buscarlas en tres ejes culturales, que, a juicio de los autores: parecen estar cambiando la mentalidad de las nuevas generaciones: que hay que protegerse a toda costa del daño y del dolor, que hay que confiar siempre en tus sentimientos (por encima de la razón y la evidencia objetiva) y que la vida es una batalla dicotómica entre buenos y malos.
Jonathan Haidt y Greg Lukianoff van un paso más allá en la descripción de los hechos puros y encuentran que los tres ejes mencionados emanarían casi en exclusiva de un único vector: el posmodernismo.
Básicamente el posmodernismo, que es una forma más o menos sutil de cinismo, defiende la idea de que la objetividad no existe, que la verdad es un constructo social, que el pasado era mejor que el presente, que tenemos que abandonar la ciencia y la tecnología y hacer prevalecer las opiniones personas y los sentimientos humanos… No es de extrañar que la posmodernismo y a los intelectuales franceses que los promovieron y difundieron (Foucault, Derrida, Lyotard,…), ante la mirada bobalicona de sus colegas y alumnos hayan sido considerados como los responsables de la ruina moral y política de Occidente.
En La trasformación de la mente moderna Jonathan Haidt y Greg Lukianoff ofrecen un buen conjunto de pistas e ideas para entender hacia qué tipo de sociedad de control nos están llevando los mandarines de la nueva izquierda (hay imbéciles que se han vanagloriado en alguna red social de haber prohibido charlas y conferencias de personas a las que consideraban enemigos de la libertad, por no señalart a esos organizadores de unas jornadas antirracistas donde se prohibió, literal, hacer preguntas a los blancos).
Leer un libro como este acaba convirtiéndose en una pequeña (recordar que son los pequeños gestos los que cambian el mundo) muestra de resistencia ante las nuevas políticas de exterminio.
S.F.
Editorial: Deusto Páginas: 437 Año: 2019 Traducción: Verónica Puertollano |