El escritor y filósofo Juan Jacinto Muñoz Rengel ha publicado en este 2020 d.C. (y si no te gusta esta fecha tenemos otros, como por ejemplo el 5780 si se prefiere el calendario hebreo, o el 1441 de los musulmanes) ‘Una historia de la mentira’.
El título hace honor a lo que hay en su interior, pues se trata de una mentira, pues Muñoz Rengel no hace una ‘historia de’, no es un relato lineal, con un comienzo y un final.
Muñoz Rengel muestra, más bien, una serie de fogonazos, de destellos, a actividades (la literatura, la pintura, la ciencia) e instituciones (con especial dedicación a la iglesia católica) que, a juicio del autor, utilizan la mentira para poder existir.
En este sentido de fogonazo, de flash, ‘Una historia de la mentira’ es un libro muy nietzchiano, lleno de pasión, a ratos de rabia, de ímpetu
e intensidad, tanto para atacar la mentira como para defenderla, entenderla o comprenderla porque el autor defiende su necesidad en tanto que ficción (no hay que olvidar que es escritor).
Hay que señalar, sin embargo, que Muñoz Rengel, a lo largo del libro, mezcla dos cuestiones similares pero distintas, de hecho muy distintas; la mentira y el ‘ser engañado’.
La mentira, que implica una decisión tomada conscientemente, pertenece a la esfera de quien actúa –el ‘yo’–, mientras que el ‘ser engañado’, la confusión o incapacidad para el discernimiento desplazan el énfasis hacia el receptor /interlocutor/espectador.
No quiero entrar en muchos detalles (¡¡escribo para una web de Jazz!!) pero hay un par de cuestiones irritantes en este, por otro lado, estimulante libro.
La primera es que meterse con la Iglesia en un brindis a la galería, acaso, creyendo, que con esta actitud puede causar algún escándalo.
Esto es como hacerse un selfie con un león muerto y hacerlo pasar como que tú lo has matado cual Heracles que pasaba por allí.
La segunda, que Juan Jacinto Muñoz Rengel da a entender, aunque no lo escribe específicamente, que se mala persona, un miserable, en definitiva, un verdadero hijo de puta, es más verdadero, más real, más auténtico, que ser buena persona.
Porque uno sólo es bueno, educado y amable porque miente.
Me temo que tiene que hacerse mirar esto, porque ponerse aquí freudiano con lo de la proyección y tal, sería lo más fácil.
Y lo de recuperar a figuras marchitas como Thomas S. Kuhn y Paul Fayerabend era algo que no me esperaba ver a estas alturas de la vida.
Pero si las afirmaciones de Muñoz Rengel son discutibles, y eso es una de las bondades del libro, lo que ya es menos perdonable es cierta cobardía a la hora de afrontar las mentiras, los engaños, a los que los ciudadanos/consumidores/espectadores/receptores, estamos expuestos.
En pocas palabras, hay una falta de valentía a la hora de afrontar las mentiras de la actualidad, como, por ejemplo, hace Douglas Murray en su ‘La masa enfurecida’.
Pero da la impresión de que Juan Jacinto Muñoz escribe para que los de su sesgo (de izquierdas), no tanto para desenmascarar las mentiras del nuevo poder.
Porque él sabe que sí hay una verdad, al menos una, como lo demuestra a lo largo del libro (algo muy similar a lo que hace Dario S en su último libro); que todo es mentira.
Y hay ua segunda verdad: que lo contrario sobre lo que escribe él es la verdad.
‘Una historia de la mentira’ es, también, como no podía ser de otro modo, una historia de la verdad (sus páginas contra las ‘fake news’ son esclarecedoras).
Por eso, no deja de sobrevolar sobre esta ‘Una historia de la mentira’ de Juan Jacinto Muñoz Rengel un ánimo de lo políticamente correcto.
Pero ¡¡qué sabré yo!!
I. Letrado
Editorial: Alianza Editorial Páginas: 241 Año: 2020 |