DumDum, estudio de grabación es la nueva novela del escritor granadino Justo Navarro uno de los narradores españoles más destacados de su generación –los que andan por los setenta años.
En esta nueva novela Navarro sigue en el género negro pero esta vez en un escenario completamente ciberpunk, en un tiempo no identificado pero, se supone, que no excesivamente lejano del tiempo que vivimos ahora.
‘DumDum, estudio de grabación’ es una relato distópico en el que se rastrean obras de Ray Badbury, Philip K. Dick, William Gibson y George Orwell, pero también hay ideas de, por ejemplo, ‘La era del capitalismo de vigilancia’.
El protagonista de esta historia es Antonio Vigo un hombre que, legalmente, regenta el Kontakte Dance Club, en la calle Cárcel Baja, un lugar para bailar y escuchar música en directo (aunque los músicos estén uno en Hungría y otro en Alemania), y el Dum-Dum, un estudio-laboratorio de grabación y remezcla de psicovisiones –visiones mentales, ensoñaciones, alucinaciones sonovisuales compartibles y comercializables.
Pero ilegalmente se dedica a la venta de dispositivos antivigilancia que evitan, momentáneamente, la asfixiante vigilancia a la que están sometidos los ciudadanos (o lo que sean) ya que los dota de invisibilidad.
Pero muchas de esas personas que buscan la invisibilidad acaban apagándose por voluntad propia (la palabra suicidio está prohibida) y es aquí cuando aparece la policía, o lago, del servicio de Armonización e Higienización, Santos Ololquiaga, que no sólo intentará desvelar cuales son las responsabilidades de Vigo y sus cómplices (la farmacéutica Ruth Rull y el pianista Voight/Stein) en esas muertes sino que también descubrirá las luchas de poder, y sus consecuencias, en UniComplex, la empresa responsable del control/cuidado de los individuos.
En este ‘DumDum, estudio de grabación’ Justo Navarro da cuenta, sin ser especialmente apocalíptico, porque se avizora que algunas de esas prácticas están ya empezando a funcionar, del control en todas sus formas, asumido como necesario y bueno por los seres que habitan el mundo, acaso llamarlos ciudadanos sea un equivocación, (la implantación del bioPhone en el cuerpo o las máquinas limpiadoras que monitorizan cada rincón de la casa, por ejemplo).
‘DumDum, estudio de grabación’ también le sirve a Navarro para reírse de todos esos músicos que utilizan, sobre todo en la música electrónica, media docena de nombres para sacar adelante sus diversos proyectos.
Quiero creer que Junto Navarro no es un profeta, pero buena parte de lo que narra ya está aquí y todo ello hecho, claro está, por el bien y el cuidado de las personas, porque todo ese control está hecho con el fin de que todo el mundo sea feliz. Yaquí viene bien el adagio de que «Líbreme Dios de los amigos, que yo ya me libraré de mis enemigos».
Vale.
Editorial: Anagrama Páginas: 171 Año: 2024 |