Ha tardado treinta y cinco años en llegar su edición en español, pero, al fin, ‘Compasión por el diablo’ el debut literario de Kent Anderson ha llegado a los lectores españoles.
Esta es una novela sobre la guerra. Del Vietnam concretamente.
El protagonista es el sargento Hanson, miembro de los boinas verdes de las Fuerzas Especiales en Vietnam, con el que asistimos a su evolución de recluta al que no le gusta especialmente el ejército a entregarse al trabajo de la guerra en cuerpo y alma hasta convertirse en un individuo para el que la vida humana no tiene especial valor.
A Hanson lo convierten, directamente, y tras un duro entrenamiento en los boinas verdes, en una máquina de matar.
‘Compasión por el diablo’, que todos ya nos hemos dado cuenta que su título juega con la famosa canción de los Rolling Stones ‘Sympathy for the devil’, es una novela realista en tanto en cuanto no ahorra ninguna de las brutalidades (y también de algunas de las heroicidades) que ocurren en las guerras: muertos, heridos, cobardías, incompetencias, amistades, entrega y valor, entre otros.
Hanson, y sus colegas Quinn y Silver, son, literalmente, unos ‘chulo putas’ del ejército americano en cuanto miembros de sus fuerzas especiales; creen que el resto de la tropa son unos inútiles y que sólo merecen desprecio.
En ‘Compasión por el diablo’ Kent Anderson muestra una parte no poco sustancial, de lo que fue la complejidad de la guerra del Vietnam para los americanos (los ‘charlies’, los norvietnamitas son sólo algo a lo que hay que matar); desde los movimientos pacifistas hasta el deseo de ascensos y condecoraciones por parte de un mando arrogante, pasando por la incompetencia de muchos de sus oficiales (todos aquellos que no son de las fuerzas especiales) y los jóvenes convertidos en carne de cañón que no llegan a vivir más de una semana desde su llegada al país asiático.
Kent Anderson no ahorra en sus descripciones ningún detalle tanto en lo referido al terreno en el que se mueven los protagonistas, para que de esta manera el lector se haga cargo de la situación en la que se encuentran los protagonistas, como en lo concerniente a las heridas y las muertes violentas de sus personajes.
Tanto si eres pacifista (No a la guerra), como si eres realista (no nos gusta la guerra pero hay que hacerla) este ‘Compasión por el diablo’ presenta la guerra a ras del suelo, en el barro, donde los héroes lo son a su pesar y donde no está nada claro que significa ser héroe.
Con ‘Compasión por el diablo’ Kent Anderson inició una trilogía protagonizada por Hanson, donde acaba ejerciendo de policía y sufriendo los estragos mentales del estrés post traumático de haber pasado por una guerra como la de Vietnam.
Es necesario anotar que Anderson estuvo en la guerra del Vietnam como boina verde y ejerció de policía en Portland y Oakland antes de dedicarse a la literatura y acabar de profesor de universidad.
O en otras palabras, ‘Compasión por el diablo’, que no queda nada claro quién es ese diablo por el que hay que tener compasión, si Hanson, los norvietnamitas o quién, es un relato de eso que ahora se llama autoficción: una literatura del yo esencialmente realista.
En todo caso, una novela que merece la pena ser leída.
Un último apunte, la portada de esta edición es una de las mejores que se pueden ver. Se trata de una fotografía de una fotografía del foto-periodista Henri Huet, que murió durante la guerra del Vietnam mientras la cubría en la frontera con Comboya, que lleva por título ‘Evacuación del cuerpo de un paracaidista estadounidense muerto en combate’, sacada en algún momento de 1966.
Editorial: Sajalin Páginas: 457 Año: 2022 Traducción: Rubén Martín Giraldez |