La escritora americana Lionel Shriver (Gastonia, Carolina del Norte, 1957) es una de las voces más corrosivas, independientes y políticamente incorrectas que se pueden leer hoy en día, tal y como se puede comprobar en su último libro ‘El movimiento del cuerpo a través del espacio’.
En pocas palabras este es un cáustico repaso al actual culto a la forma física y a los nuevos valores que se quieren imponer a la sociedad americana bajo ciertas formas de capitalismo cultural, tan oblicuas como violentas.
Todo comienza cuando el marido de Serenata Terpsichore (esto es un nombre vacilón y lleno de mala leche y no lo que hay por ahí) una mujer de 60 años del norte del estado de Nueva York con una voz seductora (se gana la vida haciendo audiolibros) y las rodillas destrozadas, (creía que correr 15 kilómetros cada día era la clave de la longevidad y la buena salud), se ve jubilado anticipadamente del Departamento de Transportes del Estado de Nueva York por no adaptarse a las nuevas leyes de leyes de lo políticamente correcto; esto es la cosmología woke y la ideología del cambio climático.
Y ante tanto tiempo libre por delante, a Remington le da por empezar a hacer fitness, y empieza a entrenarse para correr (ultra)maratones y triatlones. Es más contrata a una joven entrenadora llamada Bambi para ponerse a punto.
En ‘El movimiento del cuerpo a través del espacio’ Lionel Shriver le sacude a todo lo que se mueve; el culto al cuerpo, la llamada apropiación cultural, la tensiones raciales (la jefa de Remington es un joven negra), el neo moralismo inquisitorial, el fanatismo religioso y al edadismo, porque no hay nada más patético que un sexagenario quiera parecer un veinteañero («toda edad avanzada es un cuento de Poe», se puede leer en el libro).
En buena medida este ‘El movimiento del cuerpo a través del espacio’ está basado en hechos reales. Según ha confesado la propia Shriver ella misma llegó a hacer 130 flexiones, 200 abdominales laterales, 500 abdominales y 3.000 saltos de estrella, cada día.
Así que por la causticidad, la incorrección política, la inteligencia y el salvaje sentido del humor que depara la decimoquinta novela de Lionel Shriver, es mucho más seguro y mucho menos esforzado leerla (y disfrutarla) que hacer planchas, abdominales o salir a correr por ahí..
Sólo una objeción: igual no eran necesarias casi 400 páginas para contar lo aquí narrado.
¿Pero qué sabré yo?
Vale.
Editorial: Anagrama Páginas: 394 Año: 2023 Traducción: Daniel Najmías |