María Blanco es una de las más destacadas economistas españolas, negociado liberalismo, que existen en España en la actualidad. Por si ello fuera poco es, además, un notable escritora y polemista (en especial en las redes sociales), con libros tan agudos como as ‘Las tribus liberales’, ‘Afrodita desenmascarada’ y ‘Votasteis gestos, tenéis gestos’. Como docente que es ejerce en la Universidad CEU San Pablo como profesora de Historia e Instituciones Económicas.
Su último libro lleva por título La política del disimulo y es un ensayo donde explica y desvela una de las actitudes más características de la política desde que esta existe: el disimulo.
Y lo hace a través de un personaje tan influyente en su momento, aunque hoy un tanto olvidado, como fue el cardenal Mazarino. De hecho el libro tiene un subtítulo muy explícito; ‘Cómo descubrir las artimañas del poder con Mazarino’ y este ensayo se completa, además con el ‘Breviario para políticos’, que escribió el cardenal francés.
Como es posible que no lo conozcas te presento brevemente a Mazarino. Nació como Giulio Mazarino en Pescina, Italia, en 1602, y murió en Vincennes (Francia) en 1661. Estudió en Roma y en las universidades de Alcalá de Henares y Salamanca. Fue sucesor de Richelieu, diplomático a las órdenes del papa y regente de Francia en la niñez de Luis XIV. Permaneció en el cargo de primer ministro hasta su muerte. Entre sus éxitos se cuenta la firma del Tratado de Westfalia en 1648, que dio fin a la guerra de los Treinta Años.
‘La política del disimulo’ no sólo es un libro sobre un personaje histórico y su pensamiento es, sobre todo y esdto es lomás importante, una valiosa aportación para entender la política de nuestro días y una ya indispensable reflexión para entender el disimulo –y no necesariamente sólo en la política.
La autora destaca dos aportaciones de Mazarino. Una, que este cardenal fue un sobresaliente estratega político que supo entender la complejidad de los asunto a lo que se enfrentaba. Dos, que disimular es necesario para (sobre)vivir.
El disimulo no es necesariamente mentir, es, antes bien, mantener, en la mayoría de las ocasiones, la cara impertérrita cuando suceden determinados hechos, o entender que no es necesario dar tu opinión siempre y en todo lugar, entre otras razones, porque, francamente, a nadie le importa.
El pensamiento de Mazarino podría resumirse en tres eslóganes: «Conócete a ti mismo», «Conoce a los demás, «Simula y disimula».
Vale.
Editorial: RosamerónPáginas: 298 Año: 2024 |