Al escritor Martín Casariego su actual dedicación a la política no le ha impedido seguir escribiendo como se pone de manifiesto con su nueva novela ‘Yo fumo para olvidar que tú bebes’.
Con esta primera entrega se inicia lo que va a ser una trilogía protagonizada por el joven Max Lomas.
Aquí es necesario explicar algo que puede parecer un lío pero no lo es, y nada mejor que darle la palabra al propio autor para que lo explique:
«Fue hace más de veinte años cuando publiqué en Plaza & Janés Mi precio es ninguno. Era una novela negra, más que policiaca, de acción y no de investigación, (…) El alcohol, el tipo duro y de vuelta de todo, las pistolas y una chica despampanante llamada Elsa eran algunos de sus inevitables ingredientes, trasladados de Estados Unidos a Madrid.
Al poco de haberla publicado empezó a rondarme la idea de recuperar a Máximo Lomas, el protagonista cínico y romántico, y narrar alguna otra aventura suya, después de haberle dejado casi destruido. Esa idea cobró renovadas fuerzas cuando ‘Mi precio es ninguno’ quedó descatalogada.
Por fin, en 2016, entregada en Siruela Como los pájaros aman el aire, tuve esa sensación que a veces nos impulsa a los tímidos o indecisos: “Ahora o nunca”. Y me puse a escribir su continuación, ‘Demasiado no es suficiente’. Según iba escribiendo la secuela, de forma tan gozosa como la primera vez, iba comprendiendo que necesitaba explicar también de dónde venían Max y Elsa. Al fin y al cabo, Mi precio es ninguno comienza con su reencuentro, después de una turbia historia vivida unos años antes. Y me encontré así con que no sólo quería presentar a mi editorial mi nueva novela con la condición de que debía rescatarse la primera, sino que también debería incluirse en el paquete la precuela.
De modo que acabada la secuela me puse a escribir la precuela, Yo fumo para olvidar que tú bebes, con algunas líneas marcadas por los datos aportados en la novela ya publicada»
Queda claro, ¿no?
Max Lomas, que viene a ser un cruce entre Pepe Carvalho, por su cultura tanto cinéfila como literaria y musical; y el Gálvez de Jorge Martínez Reverte, sobre todo por el humor de muchas de sus diálogos, ejerce de guardaespaldas en el País Vasco en los años de plomo del terrorismo, finales de los ochenta del siglo pasado.
La historia se desarrolla entre San Sebastián y Madrid, ciudad esta última donde Lomas se enamora de Elsa Arroyo, que trabaja de camarera en un bar de copas, pero donde todo acaba complicándose por la presencia de su compañero Alfredo García.
Es por ello que el relato se va a desarrollar en dos ciudades y dos escenarios completamente distintos, como son la capital de España y Donostia.
‘Yo fumo para olvidar que tú bebes’ es una de esas novelas negra que se lee con rapidez e intensidad, con buenos y divertidos diálogos, llenos de referencias culturales, lo que ha obligado a Martín Casariego a incluir unas notas para explicar los orígenes de muchas de las frases y referencias que aparecen a lo largo del libro.
Esa facilidad en la lectura se debe al concienzudo trabajo de Casariego por presentar un texto ágil y fluido donde, a pesar de las ya mencionadas referencias culturales, para no caer en la pedantería y petulancia cultista.
Hay una cuestión que queda clara a lo largo del relato, que Martín Casariego, que ahora también ejerce de concejal-presidente de los distritos Vicálvaro y San Blas-Canillejas de Madrid por el partido Ciudadanos, conoce muy bien San Sebastián, ya no sólo desde un punto de vista geográfico sino también moral, si es que se puede decir así, y no me resisto a transcribir un breve párrafo:
«Era una tierra agusanada. San Sebastián era como la manzana que la bruja ofrece a Blancanieves. Roja, reluciente, bella y casi perfecta. Pero envenenada, con el corazón putrefacto.
Mejor abandonarla antes de que me emponzoñara a mí».
Sí, ‘Yo fumo para olvidar que tú bebes’ es un relato que merece la pena leerse, máxime si te gusta la novela negra.
Y ahora quedamos a la espera de ‘Mi precio es ninguno’.
Y. M.
Editorial: Siruela Páginas: 254 Año: 2021 |