Editorial: Anagrama Páginas: 283 Año: 2015 |
Al escritor francés Michel Houellebecq le han llamado de todo menos ‘bonito’. Ya sea por sus novelas, ya sea por sus declaraciones, el autor de ‘El mapa y el territorio’ ha sido acusado, a la vez o sucesivamente de racista, marketinero, carente de imaginación, oportunista, nihilista, cínico, misógino y muchos otros epítetos, pero lo que pocos pueden negar es la calidad de sus obras, que por los motivos que sean, no dejan indiferente a nadie.
Con su última novela ‘Sumisión’ (Anagrama), Houellebecq ha vuelto a levantar una importante polémica, ya que plantea una tesis nada descabellada a tenor de cómo se van desarrollando algunos acontecimientos en la Vieja Europa; que llegue a presidente de Francia un musulmán.
Esta novela, que a medida que se avanza en su lectura más interesa, apareció en mal momento (ironías de la historia, que podría decir alguno); salió al mercado justo cuando sucedió el ataque y la matanza terrorista contra la publicación satírica Charlie Hebdo y cuando el autor comenzaba su periplo publicitario.
Ese malhadado hecho tuvo para Michel Houellebecq, al menos dos efectos directos; dejó la promoción de su libro y, lo más importante, perdió su vida, ya que a raíz de esta novela ha sido amenazado de muerte por los musulmanes lo que le supone llevar escolta para el resto de su vida. A diferencia de Salman Rushdie aquí nohay nadie que pueda levantar una fatwa condenatoria a muerte, ya que en este caso sólo está el odio y el analfabetismo político-religioso de los musulmanes.
‘Sumisión’ tiene un doble interés; por un lado, recoge la preocupación de muchos europeos por el ascenso del mundo musulmán y la política que lleva asociada, que conduce a una merma, cuando no directamente a su desaparición, de los derechos políticos, sociales, culturales, económicos, educativos y de todo tipo que se han logrado en Occidente desde la Revolución Francesa. Al final tanta muerte, tanta sangre, tanta cárcel, para al final volver al siglo XIV.
El otro punto de interés de esta necesaria novela, de la que se necesitarían más como ella, es mostrar como el cinismo ha impregnado toda la ética, todo el comportamiento de los occidentales.
El único problema para comprender en su totalidad esta novela es que si no se conocen los políticos reales franceses que pululan por el relato, y que se soluciona leyendo un par de periódicos, el lector puede sentirse un tanto despistado. Es justamente la aparición de estos personajes reales y sus opiniones políticas las que dan carta de verosimilitud a lo que Houellebecq presenta.
Por último, esta novela tiene a bien rescatar a uno de los autores decimonónicos franceses más, ¿cómo lo diría; divertido, polémico, lúcido?, como fue Joris Karl Huysmans, y que sin duda fue un autor decadentista, nihilista y dandy. Si lo quieren conocer un poco no dejen de leer ‘Contra Natura’, uno de los mejores textos, entre otros temas, sobre la belleza natural y la artificial.
‘Sumisión’ debería leerla cualquiera que quiera conocer una opinión cualificada sobre el aire del tiempo en que vivimos. Esta novela no le dejará indiferente y es posible que le haga cambiar de puntos de vista sobre los temas que trata, o no.