El escritor asturiano Ricardo Menéndez Salmón (Gijón, 1971), que ahora también ejerce de político como diputado en el parlamento asturiano por Podemos, acaba de ver editada su última novela ‘Horda’.
Bueno, no. ‘Horda’ no es una novela, es un relato breve (120 páginas) donde el autor da cuenta de una distopía donde la palabra, la voz, está prohibida, y donde la imagen es lo que impera.
Este relato pos apocalíptico de Ricardo Menéndez Salmón trae a la cabeza obras como ‘La Carretera’ de Cormac McCarthy y, claro, ‘1984’ de George Orwell.
El porqué de este narración se puede encontrar en el capítulo nueve, donde Ricardo Menéndez Salmón hace un encendido elogio de la palabra y la escritura.
Y es en torno a esta idea, la de la reivindicación de la palabra, sobre la que gira toda la historia protagonizada por un individuo del que desconocemos todo, incluso su nombre, pues sólo se le nombra como Èl.
Y es que al final ‘Horda’ se muestra como una reflexión sobre la importancia de la palabra, sobre el bien decir y el bien usar de ellas.
Y, por supuesto, también es, por así decir, una declaración de amor hacia las palabras.
Quienes se encargan de mantener ese orden donde la imagen lo es todo y la palabra/escritura ha sido silenciada son los niños. Y ejercen ese poder sin piedad, de manera terrorífica. Y lo hacen porque se cansaron de las palabras violentadas de los mayores.
A pesar de su brevedad, de su concisión, de su huida de lo superfluo y de lo banal, o acaso por ello mismo, ‘Horda’ no es un relato amable de leer.
No se trata de que sea una historia árida, se trata, creo, que se necesita atención en su lectura, que cada palabra elegida cuenta.
Ricardo Menéndez Salmón ha escrito con esta ‘Horda’ una apología de la palabra y la escritura que gustará a quienes puedan estar más o menos preocupados por la deriva iconofílica de la sociedad actual.
Pero ¿¡qué sabré yo!?
Vale.
I. Letrado
Editorial: Seix BarralPáginas: 120 Año: 2021 |