El último libro del antropólogo y sociólogo mejicano Roger Bartra (Ciudad de México, 1942) lleva por título ‘Ecos de la melancolía’ y por subtítulo ‘Un viaje musical’. Se trata de un detenido estudio de la melancolía en un terreno poco transitado a nivel académico, tal cual es el de la música.
Lo dice el propio autor en el preludio del libro: «La melancolía tiene una larga presencia muy explorada en la medicina, en el arte y en la literatura. Hay varios libros consagrados a ello, entre ellos algunos míos. Pero no conozco ningún libro que explore la melancolía en la música. Por ello he decidido comenzar a llenar este hueco con las reflexiones que presenta este ensayo».
Ciertamente Roger Bartra le ha dedicado dos libros a la melancolía, esa especie de pasión triste si nos pusiésemos spinozistas, que no, uno ‘Cultura y melancolía. Las enfermedades del alma en la España del Siglo de Oro’ (Anagrama, 2001) y el otro ‘La melancolía moderna’ (Fondo de Cultura Económica, 2017).
El antropólogo mejicano propone un amplio recorrido histórico donde rastrea los inicios de la melancolía en la música, que para él puede cifrarse en la obra del británico John Dowland (1563-1616) y que acaba, por el momento, en los compositores de origen chino Tan Dun (1957) y Qigang Chen (1971), aunque el primero reside en Nueva York y el segundo tiene la nacionalidad francesa.
Y en medio de estos dos puntos pasan compositores como Mozart, Händell, Sibelius, Mahler, Joaquín Rodrigo y Arvo Part entre otros varios.
Como adentrarse en un asunto tan complejo como el de la melancolía, Roger Bartra ha adoptado una posición objetiva, por así decir, ya que no se trata de lo que él crea que es melancólico (cuando otros podrían pensar con la misma o similar razón que es aburrido) sino que se detiene en las piezas que sus creadores han usado la palabra melancolía, ya sea en el título , en la letra, o en la indicación de un movimiento o en el contexto en que la compuso.
En esta edición hay que destacar un elemento cada vez más usual en libros de este tipo; la presencia de un código QR al comienzo del volumen donde puede escucharse una selección delas piezas que el autor cita y comenta en el libro. Hay que adaptarse a los tiempos.
Y tanto como para no perderse entre las decenas de compositores que aparecen como para profundizar en el tema, hay un índice onomástico y un amplio índice de obras musicales.
Vale.
Editorial: Anagrama Páginas: 205 Año: 2024 |