Stephen Fry: Troya

Troya es, junto con Jerusalén y Atenas, la ciudad más importante de la historia.

Ni París, ni Roma, ni Nueva York, ni Moscú, ni Pekin, aún menos Madrid o Berlín. Puede parecer hiperbólico pero es así.

Y es que en Troya comenzó, de alguna manera, la civilización occidental cuando un aedo ciego de Quios llamado Homero, compuso y cantó la ‘Iliada’, donde narraba los últimos días de la guerra de Troya, una contienda que duraba ya diez años.

En esa guerra, comenzada para rescatar a la hermosa reina griega Helena, la esposa de rey aqueo Menelao (y mujer de París/Alejandro en Troya), se dieron cita los más grandes héroes de la Hélade; Aquiles, el de los pies ligeros; Odiseo/Ulises, de múltiples ardides; Agamenón, señor de hombres; Diomedes, valeroso en el grito de guerra; Ayante, Néstor, Patroclo; todos ellos por parte de los panaqueos. Y Héctor, de tremolante caso, Príamo, rey de hombres, Eneas, quien protagonizará algún día la ‘Eneida’, por parte de los troyanos.

Todo esto y el resto del llamado ciclo troyano –el caballo de madera, el asesinato de Astianacte (hijo de Héctor), la conquista de Helena, y muchas más aventuras es lo que el actor y escritor Stephen Fry presenta en ‘Troya’.

Que Fry es un hombre enamorado de la Grecia Clásica ya lo ha demostrado en otros libros como ‘Mithos’ y ‘Héroes’, también editado, al igual que este del que estamos dando cuenta, en la editorial Anagrama.

Si el relato de Homero, que Stephen Fry actualiza por así decir, sigue siendo imperecedero es porque en él están el heroísmo, la venganza, el amor, la brutalidad, la traición, la violencia extrema, la esperanza, el honor, el respeto al enemigo… en fin, las pasiones que llevan moviendo a los seres humanos en el pasado, el presente y, por mucho Inteligencia Artificial que haya, en el futuro.

Esta ‘Troya’ de Stephen Fry tiene una característica que la diferencia del original; el humor, y es que es necesario saber reírse incluso en los momentos más oscuros de la vida, lo que no significa que la narración no esté llena de información y detalles poco conocidos de lo que hace casi tres mil años pasó en las costas de lo que hoy es Turquía.

Vale.