‘Dolor’ es la sexta novela de la escritora israelí Zeruya Shalev (Galilea, Israel, 1959), considera como una de las voces literarias femeninas más importantes de su país y que, acaso, puede ejemplificarse en que en el año 2014 ganó el Premio Femina Extranjero por su novela .’ Lo que queda de nuestras vidas’.
Un breve apunte biográfico de Zeruya Shalev; en enero del año 2004 fue víctima de un atentado terrorista cuando un policía palestino se hizo estallar contra un autobús y mató a once personas. A ella la explosión le alcanzó el rostro, las manos y le reventó una rodilla. Durante seis meses no pudo moverse.
El atentado terrorista ocurrió en Jerusalén, a dos calles de su casa cuando Shalev regresaba a pie de dejar en la guardería a uno de sus hijos.
Aunque no se trata de un relato autobiográfico, Iris, la protagonista de esta historia, maestra, casad, dos hijos, ha sufrido un atentado de similares características.
El posible lector de este ‘Dolor’ tenderá a pensar, o no, que Zeruya Shalev propondrá una narración en la que se entremezclen la reflexión filosófica –o algo similar- sobre el dolor y sus consecuencias con alguna otra aventura, por así decir, de la protagonista.
Pero no.
Lo que plantea Shalev es una historia de (des)amores que acaba derivando en una narración sobre la recuperación de una hija que ha acabado en alguna especie de secta, que no tiene, al menos para mí, el más mínimo interés, aunque es posible que para muchos padres esto sea importante.
Lo de los (des)amores viene a cuento porque Iris quedó, de alguna manera, traumatizada cuando su novio de juventud la dejó. Y es a causa de ese atentado que vuelve a dar con él y donde le empezarán las dudas sobre si dejar a su aburrido marido (con el que lleva casi un cuarto de siglo de vida) o recuperar el tiempo perdido. No voy a destripar el resultado.
No sé, porque es una característica mía no tener ni idea de nada, pero intuyo que Zeruya Shalev podría haberle sacado más punta a este ‘Dolor’.
Editorial: Acantilado Páginas: 379 Año: 2022 Traducción: Ana María Bejarano |