St. Paul & The Broken Bones: Young Sick Camellia

Sólo de pensar que este ‘Young Sick Camellia’ de los fantásticos St. Paul & The Broken Bones se nos pasó en su momento, me entran sudores fríos.

Pero, bueno, vamos a perdonarnos pensando que ya están aquí y que más vale tarde que nunca (y eso que aún no se me ha pasado el disgusto de que se nos haya escapado su ‘Sea of Noise’ de 2016).

Lo primero que hay que decir de este ‘Young Sick Camellia’ de los St. Paul & The Broken Bones es que es de esos discos que justifican dedicarse a este de comentar música.

Es una puta maravilla.

Y es que no tengo otra manera de decirlo.

Aquí ya conocíamos las bondades de esta banda desde su anterior disco ‘Half the City’ (2014), y este trabajo sólo viene a confirmarlo.

Hay temas que son arrebatadores, como ese increíble ‘Apollo’, un tema que muchos no alcanzarán a hacer en toda una vida (y yo ya sé a quienes me estoy refiriendo) o ‘GotItBad’, que es para bailar sí o sí, al igual que esa gozada que es ‘LivWithoutU’.

Para hacerse una idea de cómo funcionan esas canciones, y algunas otras, sólo cabe imaginarse conduciendo un coche de gran cilindrada por una autopista a toda mecha.

Y sí, también tienen su corazoncito romántico, como es el caso de ‘Hurricanes’ o ‘Bruised Fruit’.

Y entre medio el abuelo de Paul Janeway contando historias de su Alabama (USA) natal.

Otra constatación; Paul Janeway, el vocalista de la banda es ahora mismo el mejor ‘frontman’ que hay en el soul. Tanto su voz como su presencia lo llenan todo.

Así que la música ha ganado un magnífico y sobresaliente cantante y la iglesia pentecostalista americana ha perdido un predicador. Sin duda todos hemos salido ganando.

Después la banda, esos siete músicos que arropan tanto instrumentalmente como coralmente a su cantante es como para quitarse el sombrero.

Y ahora disculpar que acabe aquí la crónica de este ‘Young Sick Camellia’ de los excelentes St. Paul & The Broken Bones, porque me voy a bailotear un rato con él.

Vale.

Y.M.